Otro nuevo clasicómano llama a la puerta del ciclismo. Oliver Naesen (IAM Cycling) se adjudicó el triunfo en la Bretagne Classic-Ouest France, antiguo Gran Premio de Plouay, merced a su habilidad para poder leer la carrera y atacar en el momento justo. A sus 24 años es su primera gran victoria como profesional y le permite darse a conocer justo cuando el equipo suizo está a punto de desaparecer. Sin embargo, sus resultados en las clásicas de primavera dan una idea de lo que puede ser el belga, pues estuvo siempre entre los 15 primeros en carreras como la París-Roubaix o la Omloop.
Una clásica para sprinters
Los 229 kilómetros de la clásica bretona con varias cotas pero sin ser excesivamente duras daban como principales favoritos a hombres rápidos como Alexander Kristoff (Katusha) que defendía el título, Giacomo Nizzolo (Trek-Segafredo) o el polémico Nacer Bouhanni (Cofidis). En frente tenían a los clasicómanos con Peter Sagan (Tinkoff) como principal amenaza.
Bajo un cielo encapotado se dio la salida y ocho hombres se lanzaron en ser protagonistas: Simone Andreetta (Bardiani), Jack Bauer (Cannondale), Jan-Marc Bideau (Concepto Fortuneo-Vital), Romain Combaud (Delko), Damien Gaudin (Ag2r), Olivier Le Gac (FDJ), Matej Mohorič (Lampre-Merida) y Alexandre Pichot (Direct Energie). Este grupo rápidamente tomó una sustanciosa ventaja de seis minutos cuando solo habían transcurrido 60 kilómetros.
Sagan tuvo que abandonar por enfermedad
Por detrás, Trek, Katusha y en menor medida Cofidis controlaban la distancia con la fuga para evitar que llegaran con éxito. Mientras el campeón del mundo, Peter Sagan, se veia obligado a abandonar por enfermedad.
Etixx abre la 'caja de Pandora'
Con el paso de los kilómetros la diferencia fue rebajándose paulatinamente hasta entrar en los últimos 60 kilómetros donde Etixx decidió mover la carrera con Iljo Keisse en una de las cotas puntuables. El movimiento del belga hizo envalentonarse a ciclistas importantes como Alexis Gougeard (AG2R-La Mondiale), Rui Costa (Lampre-Merida), Jasper Stuyven (Trek) o Daniel Oss (BMC), entre otros.
La carrera era incontrolable por los numerosos ataques hasta que se formó en cabeza un grupo de 25 unidades con Oliver Naesen y Alberto Bettiol (Cannondale) entre ellos, que posteriormente se convertirían en los protagonistas. Como la colaboración no era buena ambos ciclistas atacaron a falta de 33 kilómetros de meta junto con Guilaume Martin y Alexis Gougeard, pero el belga del AG2R no pudo aguantar el ritmo de la fuga.
La fuga consigue llegar
La ventaja de la cabeza de carrera rondaba los 40 segundos y el grupo perseguidor no se ponía de acuerdo con un Greg Van Avermaet (MC) muy activo y con una clara posibilidad de triunfo por lo que el grupo perseguidor se fue rompiendo al paso de los kilómetros y siendo absorbidos por el pelotón que buscaba desesperadamente a los de cabeza.
Por delante solo quedaban Naesen y Bettiol que sabían que se jugarían el triunfo cuando estaban ya dentro del kilómetro final. El italiano del Cannondale fue el primero en lanzar el sprint pero fue superado rápidamente por el belga y a continuación llegó el pelotón con Kristoff a la cabeza.