Ni más ni menos que ocho son las carreras que ha disputado Alberto Contador en la presente temporada, pero los resultados son fabulosos, siendo tercero en la Volta ao Algarve, segundo en la París-Niza, segundo en la Volta a Catalunya, primero en la Vuelta al País Vasco y quinto en el Critérium du Dauphiné, para llegar al Tour de Francia y torcerse las cosas por completo, sufriendo varias caídas en la ronda gala que terminaba teniendo que abandonar en la novena etapa, replanteando la temporada para volver a la competición en la Clásica de San Sebastián, donde finalizaba en la posición 39, corroborando sus buenas sensaciones en la Vuelta a Burgos, una cita en la que se imponía en la última etapa con un fabuloso golpe final para llegar a la Vuelta a España buscando dejar a un lado el fracaso del Tour, pero una caída a un kilómetro de meta en la séptima etapa le ponía las cosas muy cuesta arriba, finalizando la décima etapa con 1:05 perdido para estar en estos momentos en la quinta posición de la clasificación general a 2:54 de Nairo Quintana, quedando lejos del cuarto, Esteban Chaves, y tan solo tres segundos por delante de Leopold König.

"Hay que aprovechar el día de descanso de mañana, el miércoles hay una nueva batalla y espero encontrarme mejor para entonces"

No siempre se pueden jugar bien las cartas que se tienen sobre la mesa, y es que Contador se equivocó al seguir el espectacular ataque de Nairo Quintana lo que le hizo perder más tiempo del previsto. "Me jugué la carta de subir con Nairo y me ha salido mal, intentar seguir su ritmo me ha pasado factura, la subida se me ha hecho larga y he perdido muchísimo tiempo, el balance es malo, las diferencias son enormes y se nos pone cuesta arriba la Vuelta. Ahora es momento de recuperar, de seguir trabajando con los fisios y aprovechar el día de descanso de mañana, el miércoles hay una nueva batalla y espero encontrarme mejor para entonces", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Alberto Contador no dudaba ni un segundo en elogiar la figura de Chris Froome, un corredor que supo regularse a la perfección en la subida para perder poco tiempo con respecto a Nairo Quintana. "Sabemos cómo sube los puertos, él solo mira sus vatios y de ahí no quiere pasarse para no cargarse de ácido láctico, y al final, es una táctica que le funciona de maravilla", concluyó.