Garra, coraje y valentía. Tres adjetivos a priori normales, pero que definen a la perfección a un corredor como Robert Gesink, y es que el ciclista holandés ha peleado como nadie la victoria de etapa en la Vuelta a España 2016. Tras haber superado en 2014 unas arritmias cardíacas que le obligaron a pasar por el quirófano, y doblegar en este pasado mes de junio un traumatismo craneal en la segunda etapa del Tour de Suiza, no pudo apenas hacer deporte antes de llegar a la ronda española, pero con su habitual fabuloso estilo sobre la bicicleta ha conseguido alzar los brazos. Muy cerca se quedó en la décima etapa con final en Los Lagos de Covadonga, donde fue segundo, pero en la etapa reina, con final en el Col D'Aubisque, se quitó la espina clavada llevándose la victoria que le hace poder tomarse las siguientes etapas con calma hasta marcarse un nuevo objetivo, el cual podría ser claramente pelear por el maillot de la montaña, donde tiene 30 puntos y está a diecinueve del primero.

"No estaba seguro de poder ganar, al principio no me sentía bien y en la penúltima subida me puse nervioso, el equipo me tranquilizó y luego al final lo di todo"

Como no podía ser de otra manera, la alegría de Gesink era máxima al conseguir la victoria después de haberse quedado a las puertas en Covadonga, donde fue segunda, haciendo olvidar así la baja de Steven Kruijswick. "Estoy realmente feliz porque llevo un año muy duro, me caí en la Vuelta a Suiza y no pude ir al Tour, estuve cerca de ganar en Covadonga, pero Nairo Quintana me superó cerca del final, pensaba que iba a tener otra oportunidad, y hoy me ha salido bien. Para la general venia Steven Kruijswick y yo a por etapas, espero en el futuro pelear por la general porque mis características son para eso, pero también me gusta ganar etapas, nos escapamos un grupo muy grande, con una gran cantidad de corredores muy fuertes, y no estaba seguro de poder ganar, al principio no me sentía bien y en la penúltima subida me puse nervioso, el equipo me tranquilizó y luego al final lo di todo", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Robert Gesink no dudaba en rememorar los problemas sufridos tras la caída de la Vuelta a Suiza, llegando a la Vuelta sin entrenar, pero llevándose una buena recompensa. "El golpe de la caída me hizo perder la memoria, las primeras semanas solo quería dormir, pero luego poco a poco me fui recuperando, ahora en la Vuelta estoy contento de cómo me están saliendo las cosas, me siento bien y sano", concluyó.