Peter Sagan se mete en el bolsillo la primera de las clásicas que se disputan en tierras canadienses, consiguiendo así otra victoria en una carrera de categoría WorldTour. Sagan consigue así olvidar el mal resultado del Gran Premio de Plouay que hizo pensar a muchos que su vuelta a la carretera tras los Juegos sería complicada. Sin embargo, tras la carrera de Quebec todo hace ver que Sagan está preparado para luchar también por la victoria en Montreal, e incluso siendo más ambiciosos, por repetir el triunfo mundial en Doha.

Sagan esperó hasta el último momento y tuvo suerte de que el ataque de Rigoberto Urán, ganador del pasado año, no llegara a buen puerto. Esto fue en gran parte gracias a Anthony Roux que lanzó un largo sprint, con el que consiguió alcanzar a Urán, esto lo aprovecho Sagan, que siguiendo la estela de Roux lanzó su propio sprint y se puso por delante.

La 7ª edición del Gran Premio de Quebec recorrió su conocido circuito de 12.6 kilómetros de distancia, al que dieron 16 vueltas para completar un distancia final de 201,6 kilómetros.

Los primeros nueve kilómetros eran totalmente llanos, mientras que los tres kilómetros siguientes se endurecían un poco más con varias rampas para acabar con un último kilómetro en el que la dureza se notaba mucho en los ciclistas.

La carrera comenzó muy loca en Quebec ya que desde el principio se realizaron múltiples ataques de diferentes equipos. Entraron en la fuga corredores como Mateo Brammeier del Dimension Data, que iba en solitario, mientras le perseguían Valerio Agnoli del Astana, Twan Castelijns del LottoNL-jumbo, Alexandre Pichot del Direct Energie, Maxim Belkov del Katusha y un poco más tarde Lars Bak del Lotto Soudal. A ello respondió el “Bora-argón 18” que junto a la Selección de Canadá comenzaron a perseguir ya que ninguno de los dos equipos tenía representación en el grupo escapado. El hueco fue aumentando poco a poco hasta que entraron más equipos a colaborar.

Tras el primer paso de meta los escapados llevaban 1:10 segundos de diferencia con el pelotón, donde no había organización alguna para perseguir. La carrera se fue desarrollando con diversos ataques e intentonas de ciclistas de la talla de Luke Rowe del Sky, Julian Alaphilippe del Etixx-QuickStep o Peter Stetina del Trek entre muchos otros.

Hubo innumerables ataques como suele suceder en una clásica de este calado ya que todos los equipos eran ambiciosos y querían ir a por la victoria, de este modo el Lotto Soudal se puso al frente para perseguir a Naesen del IAM que había atacado junto a Bodnar del Tinkoff y Petr Vakoc de Etixx. En ese momento fue cuando Matteo Trentin también del Etixx lanzó un fuerte ataque y consiguió forma un trío junto a su compañero Alaphilippe y a Moscon de Sky. En ese momento el pelotón explotó.

Alaphilippe se vació para su compañero de equipo y Trentin lanzó otro ataque, detrás seguían las intentonas donde Wilco Kelderman del LottoNL-jumbo realizo un ataque fracasado. Moscon todavía tenía una ventaja agradable cuando Trentin se le acercaba. Sin embargo, para sorpresa de los dos, de repente llegó Urán y sobrepasó sorprendentemente a los dos italianos.

El desenlance ya lo conocen, Anthony Roux lanzó un fuerte ataque al que Sagan estuvo atento, lanzando el sprint a 100 metros de la línea de meta y arruinando el ataque final de Rigoberto Urán, mientras observando todo estaba Greg Van Avermaet que no pudo hacer nada más que para seguir su rueda de Sagan. Con el Gran Premio de Quebec finalizado les emplazamos al Domingo para seguir el Gran Premio de Montreal donde también se espera batalla.

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