Medalla de bronce en Richmond hace un año y ganador del siempre prestigioso Tour de l'Abitibi este pasado verano, McNulty aterrizaba en la capital qatarí como uno de los principales favoritos a llevarse la medalla de oro. Y así nos lo hizo saber, nada más tomar la salida, el estadounidense consiguió establecer un ritmo suave pero a la vez persistente que le sirvió para registrar el mejor tiempo en el primer punto intermedio.

Cuando apenas restaban unos metros para llegar al ecuador de la prueba, la diferencia entre McNulty y Bjerg ya rondaba los ocho segundos, la diferencia entre uno y otro ciclista era tal, que ya en el tercer punto intermedio la ventaja sobrepasaba los 30 segundos. El norteamericano hizo gala de su espectacular dominio y quiso terminar a lo grande, pulverizando el crono con un tiempo de 34:42, 35 segundos más rápido que su rival directo, Mikkel Bjerg, y casi un minuto por delante del tercer clasificado, Ian Garrison.

Brandon McNuly rodando por las calles de Doha | Foto: UCI

McNulty ha logrado culminar un verdadero hito tanto para su país como para el, ya que a partir de hoy podrá alardear de ser uno de los tres estadounidenses que ha podido ganar un mundial en la categoría juvenil masculina, después de que dos fuera de serie como Greg LeMond y Taylor Phinney lo hicieran anteriormente, en 1979 y en  2007, respectivamente.

Bjerg se quedo a las puertas del exito

Los dos compañeros de McNulty en el podio final, tuvieron la fortuna de disfrutar de un inicio de carrera más precoz lo que les beneficio en cierto modo. Bjerg fue el primero de los tres en deslizarse por la rampa de salida, el danés no tardó mucho en indicar cuáles serían sus intenciones, desde muy temprano comenzó a liderar los tres pasos intermedios, pero su marca no acabaría siendo suficiente para apoderarse del ansiado metal. Al final de la prueba aseguró, no sentirse decepcionado con la medalla de plata ya que según él, McNulty había rodado a un nivel superior durante toda la jornada.

Como viene siendo habitual desde el inicio de la cita mundialista a medida que el calor iba en aumento, los tiempos cada vez comenzaban a ser más lentos, no sería hasta el tramo final cuando el liderazgo de Bjerg comenzó a verse amenazado. El primero de los adversarios, fue su propio compañero de selección, Julio Johansen, que nada más tomar la salida comenzó a mejorar los tiempo de su compatriota. Sin embargo, al igual que en otros eventos el agobiante calor comenzó a hacer mella en el corredor escandinavo, para regocijo de Bjerg que poco más tarde vería como se esfuman sus opciones de victoria.

Entonces aparecio el

Cuando la mayoría de espectadores ya pensaban que Bjerg se acabaría alzándo con la victoria, McNulty logró culminar una exhibición de época para arrebatarle la medalla de oro, ni el intenso calor, ni siquiera las fuertes rachas de viento pudieron noquear a esta gran promesa del ciclismo estadounidense.