Tras una temporada de altibajos y lejos del nivel que le ha llevado a ganar seis monumentos a lo largo de su carrera, el suizo puso el broche de oro a la temporada y a su larga carrera profesional con el triunfo sobre las carreteras de Brasil en la prueba contrarreloj de los Juegos Olímpicos. Mientras que en las clásicas de primavera estuvo a la altura aunque le faltó ese gran 'monumento' para poder rematar de forma antologíca sus 16 años como profesional.

Inicio de temporada en Mallorca

El Trofeo Serra de Tramuntana estrenó su palmarés en 2016

Como ya hizo en 2015, la Challange de Mallorca fue la carrera elegida por Cancellara para dar el pistoletazo de salida a su temporada, la última como profesional. La primera victoria no se hizo esperar, y el suizo estrenó su palmarés en 2016 en el Trofeo Serra de Tramuntana. Después del inicio en Mallorca, el Dubai Tour, donde terminó séptimo en la general, y la Vuelta a Algarve, donde se llevó una victoria de etapa, fueron los siguientes pasos de Cancellara para preparar su gran terreno: las clásicas de primavera.

Sabor agridulce en los adoquines

La parte importante de la temporada empezó para Cancellara en Strade Bianche, donde volvió a mostrar su mejor nivel para conseguir la victoria. Con su tercer triunfo en la clásica de los 'caminos blancos', la organización le concedía a Fabian el nombre de uno de los tramos blancos.

Tercer triunfo de Cancellara en Siena | Foto: Tim De Waele
Tercer triunfo de Cancellara en Siena | Foto: Tim De Waele

Unos días más tarde, el suizo sumaba en su palmarés la crono de la Tirreno-Adriático, y mostraba así un estado de forma envidiable al llegar a los adoquines. Aun mostrando un buen nivel, el podio y las victorias se le resistieron a Cancellara en E3-Harelbeke y Gent-Wevelgem, donde sumó dos cuartos puestos consecutivos. Llegaba el turno de los monumentos: Tour de Flandes y Paris-Roubaix, terreno propicio para Cancellara.

Cancellara sin quedó sin victorias en los adoquines

El suizo mostró un nivel superlativo en Flandes, donde solo una exhibición de Sagan le conseguía superar, y dejaba a Cancellara en un amargo segundo escalón del podio. Aún más amarga fue su despedida de Roubaix, con una caída que le hizo perder contacto con los favoritos y le alejó de cualquier posibilidad de victoria. El tres veces ganador de la prueba llegó al velódromo ovacionado, pero no pudo conseguir su último adoquín.

Fabian Cancellara en el velódromo de Roubaix | Foto: Getty Images
Fabian Cancellara en el velódromo de Roubaix | Foto: Getty Images

Los Juegos Olímpicos como colofón

La contrarreloj de los Juegos Olímpicos, gran objetivo de la temporada

Igual que en los adoquines, Cancellara tampoco pudo levantar los brazos en las grandes citas por etapas, pero sí que lo hizo en las contrarrelojes del Tour de Suiza y el Campeonato nacional, consiguiendo su décimo oro en los nacionales en contrarreloj. Pero su gran objetivo no era otro que el de reeditar el oro olímpico conseguido en Pekín 2008 y recuperar un título que en Londres quedó en manos de Sir Bradley Wiggins.

En los más de 50 kilómetros de recorrido, el suizo ofreció una de las grandes exhibiciones que se le recuerdan encima de una bicicleta de contrarreloj y se quedó sin rival en la lucha por el trono. “Spartacus” aventajó en 47 segundos a Tom Dumoulin y en más de un minuto a Chris Froome, Jonathan Castroviejo y Rohan Dennis. Además, en la que era la última lucha contra su gran rival Tony Martin, le sacó los colores con más de tres minutos de ventaja. Como les pasa a las grandes leyendas, Cancellara alargó su mito hasta su último día de competición, con una de sus mejores victorias

Cancellara saboreó la gloria en Río | Foto: Río 2016 oficial
Cancellara saboreó la gloria en Río | Foto: Río 2016 oficial
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