En marzo de 2010, Philippe Gilbert renovó el contrato que le unía con el equipo, en el cual estaba cumpliendo su segunda temporada. El belga renovó por una temporada más, la 2011, y con una opción para la 2012.
La temporada 2011 fue su mejor temporada, ganando todo tipo de pruebas como las tres clásicas de las Ardenas.
Gilbert inició la temporada 2011 con grandes expectativas, y los resultados se produjeron. Se puede destacar que conquistó la Strade Bianche, quedó tercero en la Milano-Sanremo, conquistó la De Brabantse Pijl y las tres clásicas de las Ardenas, el Tour de Bélgica, la Ster ZLM Toer, fue campeón de su país en ruta y en contrarreloj, se enfundó el maillot amarillo del Tour de Francia ganando la primera etapa, ganó la Clásica Ciclista de San Sebastián, el Eneco Tour, el Gran Prix Cycliste de Quebec y el Gran Prix de Wallonie. También cabe destacar que gracias a estos resultados ganó la clasificación por puntos de la UCI.
Estos éxitos le reportaron unos ingresos en forma de primas de 715.000€ que le tuvo que reembolsar el equipo Omega Pharma-Lotto, esperando que se quedara en el equipo el siguiente año. Pero, Gilbert quería un cambio de aires y aceptó una oferta del conjunto BMC Racing Team, equipo en el cual militaría las siguientes cinco temporadas.
Cuando se produjo la confirmación de que Gilbert no se quedaba en el equipo, el equipo impulsó una demanda contra él, y después de cuatro años de controversia, el juzgado de Gante ha dictaminado sentencia proclamando que el ciclista deberá pagar 300.000€ en forma de compensación y no tendrá que reembolsar toda la prima, ya que su contrato no era obligatorio debido a que era una opción.
El ciclista que la próxima temporada correrá en el equipo Quick-Step deberá abonar está cantidad después de cuatro años de haberla cobrado.