El futuro del ciclismo español está repleto de incertidumbre ante las retiradas próximas de corredores como Alejandro Valverde, Joaquim Rodríguez o Alberto Contador, pero una camada de jóvenes busca hacerse su hueco poco a poco. Uno de los más destacados, tanto por su precocidad como por su talento, es Julen Amézqueta. El de Estella se estrenó por todo lo alto en el profesionalismo en este 2016, en el que llegó a disputar carreras tan importantes como la Milán-San Remo y, por supuesto el Giro de Italia.

"Haber hecho una vuelta grande significa mucho para el futuro. Tras un tiempo de descanso, el equipo tenía como objetivo las clásicas de septiembre y pienso que acabé bien y que incluso en alguna ofrecí un buen nivel. Pensaba que iba a ser más difícil y que lo iba a pasar peor por la adaptación. Yo creo que ha sido un buen año y estoy satisfecho", valoró el corredor novel del equipo Willier-Southeast.

Julen mostró su ambición, al no conformarse con lo realizado y haber tomado buena cuenta de los errores clásicos de un corredor nuevo en el pelotón profesional. "En alguna carrera me he visto cerca de los primeros. Y muchas veces tampoco he reflejado en el resultado lo que he hecho. Y por dentro, cuando llegas al hotel, es lo que más rabia te da. El no ver reflejado el esfuerzo que has hecho cuando has podido estar más delante. Y es lo que tengo en mente para mejorar: que el esfuerzo hay que hacerlo hasta la meta" alegó el hombre que llegó a estar escapado en la tercera etapa del Giro de Italia y ser virtual líder de la carrera.

Respecto a su situación con el equipo, el navarro se mostró tranquilo al ser consciente de que la licencia Pro Continental está asegurada. Te da una tranquilidad. "Dices ‘no hay ningún problema con la licencia’. Así el invierno se pasa con más confianza y tranquilo". Además, en su equipo parecen satisfechos con su rendimiento. "Me he dado cuenta de que he estado en las alineaciones de las carreras con más prestigio y si cuentan conmigo es porque me valoran y confían en mí", argumentó un hombre que ya a sus 23 años apunta alto.