Tras una larga temporada en la que las más veteranas del ciclocross han brillado a gran nivel, todo quedaba reducido a un día, una hora y una carrera. El 28 de enero de 2017 ya estaba aquí, y a las tres de la tarde entraban en acción lás féminas élite en el Mundial de Bieles, teniendo la referencia previa de lo que habían realizado las féminas sub-23 para conocer en qué circunstancias se encontraba el complicado trazado luxemburgués, sobre el cual no dejaba de caer la lluvia durante la noche para convertirle en un circuito lleno de nieve, hielo y barro que obligaba a las corredoras a no poder cometer errores. Con Sanne Cant como la mejor de la temporada sumando 2.018 puntos en el ránking UCI, seguida de Sophie de Boer y Katherine Compton, el Mundial tendría un cambio espectacular en las últimas semanas, con la aparición de la holandesa Marianne Vos para dominar las últimas pruebas previas a la cita mundialista, sumado todo ello a la baja de Thalita de Jong, vigente campeona, por lesión, dejando una carrera este sábado apasionante, siendo Aida Nuño y Lucía González las dos corredoras españolas elegidas por Pascual Momparler para defender los intereses nacionales en la ciudad luxemburguesa.

Un gran grupo comanda la prueba

La subida de la temperatura hacía que las corredoras entraran en acción con condiciones diferentes a los Júnior y féminas sub-23, produciéndose una salida tranquila en la que una de las peores paradas era la española Aida Nuño, que de estar en tercera fila pasaba a rodar en las últimas posiciones por un enganchón, llegando hasta la primera subida con tranquilidad, quedando trabadas dos americanas y una francesa que dejaba a todas las corredoras que llegaban por detrás a expensas de lo que ocurriera por delante, donde las máximas favoritas avanzaban con velocidad.

Como no podía ser de otra manera, durante los primeros compases de la prueba se formaba un gran grupo en la parte delantera de la carrera, llegando a la primera pasada por la línea de meta con un terceto formado por Eva Lechner, Marianne Vos y Lucinda Brand, que contaba con unos segundos de adelanto sobre un quinteto en el que se estaban ciclistas del calibre de Katerina Nash, Christine Majerus, Sanne Cant, Maghalie Rochette y Ellan Van Loy, mientras que por detrás Lucía González brillaba como la mejor española pasando en décimo quinta posición en el primer giro a 39 segundos.

Brand, Cant y Vos tuvieron un momento de la prueba en la que rodaron solas | Foto: UCI

Por detrás, como no podía ser de otra manera, las caídas estaban a la orden del día en cualquier momento de la prueba, pero sin ninguna duda una de las que peor parada salía era la italiana Alice Maria Arzuffi, quien en una de las laderas se iba al suelo, golpeando a plomo con la cabeza en el suelo para llevarse un tremendo golpe que le dejaba el rostro ensangrentado en dirección al hospital más próximo.

Vos selecciona la prueba quedándose en solitario con Lechner, Cant y Brand, mientras Nash queda en tierra de nadie

Por delante, Marianne Vos se sabía la gran favorita de la prueba, por lo que fue la encargada de realizar el primer tirón importante, llevándose consigo a Lechner, Cant y Brand, para que en el segundo paso por meta fuera Marianne Vos la encargada de obtener cuatro y cinco segundos respectivamente con Sanne Cant y Lucinda Brand, quedando unos pocos segundos por detrás Eva Lechner, estando la lucha entre las cuatro corredoras al pasar a dieciocho segundos Rochette y Nash.

A poco de completarse la media hora de carrera, la prueba daba un giro radical al juntarse en cabeza Vos, Brand y Cant. Dos holandesas contra una belga, o lo que es lo mismo una batalla descompensada que si las neerlandesas eran capaces de jugar bien sus bazas, podrían hacer un doblete para la historia. Ni mucho menos la estrategia de Marianne y Lucinda sería la mejor, puesto que Brand, sabiéndose la menos fuerte de las tres, era la encargada de demarrar, consiguiendo unos segundos de adelanto sobre sus dos perseguidoras, quedando Sanne Cant a rueda de Vos, quien en vez de dejar avanzar a su compatriota cometía el grave error de cortar su andadura para que se volvieran a unir en cabeza de carrera, donde todo cambiaba para que Cant y Vos se quedaran solas en la delantera y justo por detrás Nash y Brand peleaban por la medalla de bronce.

Lucinda Brand se iba al suelo perdiendo unos segundos muy importantes | Foto: Tim de Waele

Con la caída de Brand metros después Vos daría el tirón que sería definitivo a la postre, o por lo menos eso parecía a poco más de una vuelta para la conclusión, cuando Cant tenía un problema que le hacía perder distancia con la corredora holandesa que portaba el número tres a su espalda. Todo parecía haber terminado, Marianne Vos había puesto la directa hacia un nuevo campeonato del mundo, entrando en la última vuelta con ocho segundos de adelanto sobre Sanne Cant y doce con respecto a Katerina Nash, pero ni mucho menos estaba todo decidido en la parte delantera de la prueba.

A poco menos de media vuelta para la conclusión todo cambió, a Marianne Vos se le salía la cadena teniendo que poner pie a tierra, y como una auténtica bala pasaba a su izquierda Sanne Cant, retomando la marcha la holandesa para que ambas se juntaran en cabeza de carrera en lo que sería un auténtico final de infarto. Cant tenía la delantera, pero según fue poco a poco recuperando el golpe de pedal, Vos conseguía volver a ponerse por delante, llegando al box luchando codo con codo por la posición, apretando en cada curva ambas corredoras para poder terminar llegando a la meta en solitario, algo que a la postre sería imposible.

Un final de infarto sonríe a Cant

Vos se lanzó por delante en la pared lateral que desembocaba en los últimos metros de la prueba, pero a su rueda apareció como un misil Cant, estando en paralelo ambas corredoras para que la belga tomara la delantera, llegara la última curva sin espacio alguno sobre su contrincante, pero siendo capaz de empezar a lanzar la llegada con antelación a Vos, que rápidamente entregaba la carrera en manos de Sanne Cant, quien después de muchos años conseguía alzar los brazos con rabia para celebrar el que era su primer Mundial en la categoría élite femenina, tirándose al suelo a continuación y rompiendo a llorar sin poder creerse lo que había conseguido.

Sanne Cant celebra con mucha rabia el campeonato del mundo conseguido en Bieles | Foto: Tim de Waele

Por detrás, Katerina Nash también tenía que luchar para llevarse la medalla de bronce, pero conseguía batir en un apretado sprint a Lucinda Brand. En cuanto a las españolas, Lucía González rodaba durante toda la prueba entre las quince mejores, pero a poco más de una vuelta la asturiana se iba al suelo cruzando la línea de meta en décimo noveno lugar a 3:29, para que Aida Nuño corriera una peor suerte, terminando en la 31ª posición al ser parada a una vuelta del final por la regla del 80%.