Con la temporada europea estrenada recientemente, las carreras de un día se van abriendo paso en el tradicional calendario español que emerge en este mes de febrero. Tras la Challenge de Mallorca, las clásicas llegan a la Península Ibérica: tan solo un día después de ver a un combativo Valverde en su tierra natal, llegará el turno de la clásica almeriense, que este año celebra su 32ª edición.
Como viene siendo habitual, la victoria estará en manos de los sprinters
Un año más, la carrera volverá a reunir a un pelotón de calidad, compuesto por seis equipos UCI World Tour (Movistar, Lotto Soudal, Katusha-Alpecin, Bahrain-Merida, Orica-Scott y Bora-Hansgrohe), nueve Continentales Profesionales, entre los que destacan el Caja Rural español, los franceses Cofidis y Direct Énergie, así como los combativos belgas del Wanty-Groupe Gobert) y los dos españoles de categoría Continental (Burgos BH y Euskadi-Murias).
Si bien la carrera no está exenta de una media montaña bastante comedida, el resultado tiene pinta de ser el mismo de siempre, con los mejores sprinters jugándose la victoria en una llegada masiva. De modo que los Greipel, Coquard, Bouhanni y compañía parten con la vitola de favoritos.
Una clásica sin un dominador claro
El italiano Massimo Strazzer ha sido el único ciclista en ganar dos veces
Si algo llama la atención al observar el palmarés de la clásica almeriense es la heterogeneidad de sus vencedores a lo largo de sus 31 ediciones, con 14 nacionalidades distintas y solo un ciclista capaz de repetir triunfo: el italiano Massimo Strazzer (1997 y 2002). Fundada en 1986 bajo la disciplina amateur, no sería hasta 1992 cuando la carrera se abriría al ciclismo profesional, produciéndose una sucesión de variopintas victorias foráneas solo interrumpidas por tres nacionales: Isaac Gálvez (2001), José Iván Gutiérrez (2005) y Fran Pérez (2006).
El fortísimo viento rompió el sprint en la edición pasada, recortada a 21 km
El elemento común de todas ellas es el apabullante dominio de los sprinters y hombres rápidos, que siempre han impuesto su ley. Desde el argentino Juan José Ahedo, pasando por Michael Matthews, Matteo Pelucchi, Sam Bennett o el mismísimo Mark Cavendish (2015), hasta el australiano Leigh Howard, que se impuso el año pasado en una prueba de tan solo 21 km a causa del fuerte viento. En los últimos años varios españoles se han quedado cerca de la gloria: Juanjo Lobato y José Joaquín Rojas han pisado el segundo escalón del podio, al igual que el laureado Óscar Freire, segundo en 2008 y tercero diez años antes.
Destacar que la Clásica de Almería ha sido clasificada históricamente en la categoría UCI Europe 1.1., aunque en las ediciones de 2012 y 2013 llegó a elevar su listón hasta la prestigiosa categoría 1.HC., la máxima para una prueba de estas características.
Un sprint masivo sería lo más lógico
Como ya sucediera en 2016, la prueba volverá a finalizar en las calles de Roquetas de Mar siguiendo un recorrido casi idéntico al previsto para el año pasado, que el viento se encargó de estropear casi por completo. Si el tiempo respeta, este año los corredores completarán una jornada de casi 191 kilómetros, con inicio en la capital almeriense y final en la citada localidad roquetera.
La media montaña está alejada de la línea de meta, por lo que se antoja insuficiente para alterar la carrera
Siempre en dirección oeste, el pelotón rodará hacia El Ejido, donde les espera una pequeña elevación (Los Atajuelillos) para calentar las piernas. Una vez en Adra, virarán hacia el norte para adentrarse levemente en la Sierra de Gádor y animar la etapa con varios kilómetros de media montaña y dos cotas puntuables. Al dejar Berja atrás, los corredores volverán a rodar junto a la costa, donde las rachas de viento pueden ser un factor a tener en cuenta.
De camino a Roquetas, tan solo hallarán un pequeño obstáculo (Almerimar, una tachuela de 3ª categoría), pero por su ubicación a más de 30 km de meta se antoja insuficiente para dinamitar una carrera que llegará lanzada al tramo final, sobre un terreno completamente llano. Los últimos kilómetros se desarrollarán a través de un circuito urbano por las calles de Roquetas, pasando dos veces por la línea de meta antes de un sprint final bastante previsible.
Greipel, Coquard y Bouhanni, favoritos
La nómina de sprinters es elevada, pero por encima de todos destacan el alemán André Greipel (Lotto-Soudal) ─que ya ha conseguido estrenar su palmarés en la Challenge de Mallorca y estará acompañado por un buen conjunto ─, el combativo Nacer Bouhanni (Cofidis) ─que ha rozado la victoria en dos etapas de la Volta a la Comunitat Valenciana─ y su compatriota Bryan Coquard (Direct Énergie), ganador en Valencia hace una semana.
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En Movistar habrá que estar atentos al velocista burgalés Carlos Barbero o incluso a otro hombre rápido como Jasha Sütterlin. Las bazas de Katusha-Alpecin serán el esloveno Simon Spilak y el joven Jhonatan Restrepo, mientras que Orica-Scott baraja opciones de calidad como Luka Mezgec y los ganadores de etapa en la pasada Vuelta a España, Jens Keukeleire o Magnus Cort Nielsen (reciente triunfador en la 3ª etapa de la Volta), además de Mathew Hayman, vencedor de la última París-Roubaix.
El debutante Bahrain-Merida acude con un equipo bastante joven comandado por el escalador Ion Izagirre, que estará acompañado por su primo Jon Ander Insausti y por Javi Moreno. El sexto y último equipo World Tour, Bora-Hansgrohe, acude con la baza del italiano Matteo Pelucchi, un hombre rápido que ha estado al borde de la victoria en dos pruebas de la Challenge de Mallorca hace un par de semanas. Por último, el polaco Maciej Paterski (CCC) y los belgas Timothy Dupont y Stijn Devolder (Vérandas Willems-Crelan) son otros de los outsiders que aspiran a dar la sorpresa.
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