Gran exhibición de potencia y poderío por parte del velocista noruego, que a pesar de no estar viviendo uno de sus mejores momentos, ha demostrado ser uno de esos pocos corredores que siempre está dispuesto a presentar batalla. Después de casi un mes sin conocer la victoria, el vencedor del Tour de Flandes de 2015 supo esperar su momento para lanzar el ataque definitivo y no dejar escapar una nueva oportunidad de reaparecer en el podio.

Después de introducirse en el corazón de flandes, ahora tocaba coger de nuevo las maletas y poner rumbo al norte del país, a Koksijde para ser más exactos. El camino de vuelta estuvo marcado principalmente por los cinco muros de la Gante-Wevelgem situados en la parte central del recorrido, esas cinco ascensiones difícilmente pudieron evitar que los hombres rápidos del pelotón se jugasen la victoria de etapa en un más que habitual circuito urbano de 11,5 kilómetros.

Una tempranera escapada era el preludio de una etapa que se terminaría decidiendo al sprint, Conor Dunne (Aqua Blue Sport), Tony Hurel (Direct Energie), Yevgueni Shalunov (Gazprom-RusVelo), Ben Perry (Israel Cycling Academy), Brian Van Goethem (Roompot-Nederlandse Loterij), Piet Allegaert (Sport Vlaanderen-Baloise), Stef Van Zummeren (Veranda Willems-Crelan), Mark Mcnally (Wanty-Groupe Gobert), Lawrence Naesen (Veranclassic Aqua Project) y Bjorn Tore Home (Team Joker Icopal) fueron los diez valientes que al final, sin pena ni gloria consiguieron sacar adelante esta numeroso fuga.

El viento cambio por completo la carrera

A pesar del buen entendimiento que había entre todos los integrantes del grupo, la ventaja respecto al pelotón no superaría los dos minutos. Unos pocos kilómetros más tarde aparecería en escena un inesperado protagonista, el clásico viento de esta región de Flandes Occidental cambiaría por completo el desarrollo de la carrera.

El líder de la general, Philippe Gilbert, estuvo atento y aprovechó la gran labor del Trek-Segafredo para meterse en uno de los cortes que se había formado a raíz de la repentina aparición del viento, el segundo clasificado en la general, Luke Durbridge, no tuvo la misma suerte, en ese decisivo tramo se le escaparía completamente la carrera y por ende todas las opciones de pelear por la clasificación general.

Con el patrón de carrera establecido, los últimos kilómetros de la prueba fueron una completa odisea para el corredor australiano, que podía apreciar con sus propios ojos cómo poco a poco la diferencia con respecto al grupo de cabeza era cada vez mayor. Para alegría de un Philippe Gilbert que gracias a este descalabro de Luke Durbridge está cada vez más cerca de agrandar su extenso palmarés.

Con el grupo perseguido a más de un minuto, estaba más que claro que el ganador de la prueba se iba a decidir entre los corredores de cabeza, y así fue, dentro de la recta de meta, Alexander Kristoff tuvo que luchar duramente para arrebatarle la victoria a un Edward Theuns que peleó hasta el final, pero en los metros finales el velocista noruego terminó imponiendo su ley para firmar su quinta victoria de la temporada.

Una dura jornada para finalizar

Este jueves los ciclistas tendrán que afrontar una doble sesion para dar punto y final a una nueva edición de los Tres días de la Panne. Por la mañana les espera una jornada casi calcada a la que han vivido en esta segunda etapa, un recorrido de 118,5 kilómetros con salida y llegada en La Panne, en donde los velocistas tendrán una nueva oportunidad de llevarse el triunfo de etapa.

Foto: Driedaasge
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Ya por la tarde, una contrarreloj individual de 14, 2 kilómetros servirá para terminar de ordenar la general.

Foto: Driedaasge
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