El Giro de Italia llega a su edición número 100 y ha preparado un recorrido de alto nivel para celebrar el centenario. La alta montaña será la protagonista en la disputa por la general, pero los cerca de 70 kilómetros de contrarreloj repartidos en dos etapas contra el crono también tendrán una importancia fundamental en el desarrollo de la carrera. Los velocistas tendrán sus oportunidades para ser protagonistas en el primer tramo de carrera, pero su participación se complicará en la última semana.

Tres jornadas de descanso

Como ya ocurrió en las ediciones de 2014 y 2016, y a diferencia del resto de grandes vueltas -Tour de Francia y Vuelta a España-, el Giro del centenario contará con una jornada más de descanso respecto lo habitual, lo que provocará que la salida de la carrera se produzca un viernes y no el sábado, para poder llegar a la meta de Milán en domingo. La organización tomó la iniciativa de añadir un día más de descanso por primera vez en 2014, debido al largo traslado entre Irlanda -punto de salida- e Italia. La misma decisión fue tomada en 2016, con salida en los Países Bajos, y se repetirá en 2017, con salida desde el Alguero.

La carrera se disputará entre Alguero y Milán | Foto: Giro de Italia
La carrera se disputará entre Alguero y Milán | Foto: Giro de Italia

Será la tercera vez que Cerdeña acoja la salida de la Corsa Rosa, después de hacerlo en las ediciones de 1991 y 2007. Tras disputar tres etapas en la isla, la carrera tendrá el primer día de descanso para desplazarse a Sicilia, que acogerá el cuarto día de competición, primero de alta montaña. La edición centenaria de la carrera tiene como característica fundamental su transcurso casi íntegro por territorio italiano -tan solo 15 kilómetros en Suiza-, permitiendo dar espectáculo a un gran número de regiones itálicas.

Cinco finales en alto

Como en anteriores ediciones la tercera semana será de alta montaña

La llegada al Monte Etna (4ª etapa) encenderá la mecha de la alta montaña y se espera que marque las primeras diferencias entre los favoritos a la victoria final. Antes de la segunda jornada de descanso todavía habrá tiempo para otro final de gran calibre. Blockhaus (9ª etapa) será un nuevo juez de la carrera con nueve kilómetros finales a una media del 9,4%. En una nueva etapa unipuerto llegará la tercera meta en alto de la edición de 2017: Oropa (14ª etapa).

El monte Etna será el primer final en alto en la 4ª etapa | Foto: Tim De Waele
El monte Etna será el primer final en alto en la 4ª etapa | Foto: Tim De Waele

Tras la tercera y última jornada de descanso, llegará el tramo fuerte de la carrera, donde se encadenarán etapas de montaña sin descanso. Pontives (18ª etapa), con el puerto de montaña situado a tres kilómetros de meta, pero con pendiente ascendente hasta el final, y Piancavallo (19ª etapa) serán los dos finales en alto del último tramo de carrera. Antes, los corredores habrán afrontado la etapa reina con los pasos por Mortirolo, Stelvio (Cima Coppi de la presente edición) y Giogo di S. Maria en la 16ª etapa.

Protagonismo inicial de los velocistas

Con una última semana gran magnitud en la montaña, los hombres rápidos del pelotón deberán aprovechar sus oportunidades antes de la tercera jornada de descanso, fecha que muchos de ellos se podrían poner como final de su presencia en la Corsa Rosa. La primera lucha de los velocistas será en la primera etapa para conseguir, además de la victoria parcial, el premio de vestir la “maglia rosa” del Giro del centenario. La primera mitad de competición concentra media decena de etapas con claro perfil para una llegada masiva, a los que se podría sumar alguna etapa de media montaña en la que no se consiga romper el pelotón.

El segundo bloque será difícil para los hombres rápidos

Los velocistas contarán así con múltiples ocasiones de victoria, y en el segundo tramo de carrera podrán triunfar en las etapas 12 y 13, ambas con llegada en llano y poca dificultad topográfica. En el último bloque de etapas, los velocistas no contarán con claras oportunidades para sumar victorias, y podría provocar que muchos de ellos decidan abandonar la carrera antes de tiempo para centrarse en próximos objetivos, como ya sucedió en la pasada edición.

Doble jornada de contrarreloj

Los especialistas contra el crono tendrán una doble oportunidad de victoria que, a su vez, puede perjudicar a los escaladores menos hábiles en solitario. La región de Umbria vivirá la primera lucha individual del Giro del centenario, con 40 kilómetros entre Foligno y Montefalco en la décima etapa y un perfil quebrado que puede ayudar a los escaladores. La segunda contrarreloj será nada más y nada menos que en la última etapa de la carrera, con 30 kilómetros en perfil llano y final en Milán.

Las dos jornadas de contrarreloj pueden condicionar la lucha final por la general, pero el duro terreno al que se enfrontarán los corredores en la alta montaña debería ser suficiente para que hombres fuertes como Nairo Quintana (Movistar Team), Adam Yates (ORICA-Scott) o Steven Kruijswijk (Team LottoNL-Jumbo) sean más favoritos para la victoria final que especialistas como Tom Dumoulin (Team Sunweb) o Geraint Thomas (Team Sky).