El 2017 ha sido un año extraño para Alejandro Valverde (Movistar Team), en el que ha sentido los sentimientos más extremos del ciclismo. En la primera parte de la temporada, la euforia provocada por ganar casi todas las pruebas en las que competía, con once victorias en tan sólo 36 días de competición, y en la segunda, el dolor y las ganas de volver a montarse sobre una bicicleta desde la caída en la primera etapa del Tour de Francia que supuso el fin de la temporada del Bala. Extremos que no cambian para nada a un ciclista que a sus 37 años sigue teniendo hambre de victoria.

La atípica temporada de Valverde comenzó a base de aventuras y escapadas lejanas que en la Vuelta a Murcia le llevaron a ganar la carrera de su tierra a lo grande, atacando a 70 kilómetros de meta en el Collado Bermejo. Esa fue una primera exhibición en la que ya dejaba claro que estábamos ante una de las mejores campañas de su carrera. Lo único que se puede criticar de aquel día es que en Murcia estaban los “gallos del pelotón”. Pero eso a él le importó bien poco, porque cuando aparecieron ya estaba a un nivel difícil de superar en vueltas de una semana.

En la Vuelta a Andalucía - Ruta del Sol llegó a las 100 victorias | Fuente: Movistar Team
En la Vuelta a Andalucía - Ruta del Sol llegó a las 100 victorias | Fuente: Movistar Team

Así, se llevó la clasificación general en Andalucía, Volta a Catalunya y Vuelta al País Vasco. En la primera ganó una etapa -llegando a la victoria número 100 en su carrera- y batió a Contador por sólo un segundo, y en la Volta se exhibió para dejar al de Pinto a más de un minuto, y alzar los brazos en tres de las siete etapas. “¡Joder, cómo voy!” declaraba él mismo durante la ronda catalana. El periplo por las vueltas de una semana siguió con la Vuelta al País Vasco, dónde además de hacerse con la general ganó la etapa reina, en Arrate.

Terminaba así el tríptico de rondas españolas para llegar a las Clásicas de las Ardenas con la forma y la confianza a unos niveles altísimos. Tras no destacar en la Amstel Gold Race, el murciano repetía por tercer año consecutivo victoria en la Flecha Valona y era el más fuerte en Lieja-Bastoña-Lieja, quedándose a tan sólo una victoria de las 5 cosechadas por Eddy Mercx en La Doyenne.

El Bala había conseguido desde la Vuelta a Murcia hasta las Ardenas 11 victorias en 22 días de competición, en la que era la mejor temporada de su carrera. Luego llegaron Dauphiné, el campeonato nacional en ruta -dónde fue segundo por detrás de Jesús Herrada- y el Tour...

Era 1 de julio en Dusseldorf, la Grand Depart del Tour de Francia estaba en marcha, con llovizna y el asfalto de la contrarreloj muy resbaladizo. Tras 7 kilómetros, en una curva a izquierdas, Valverde cae al suelo e impacta contra la valla. El murciano queda tendido en el suelo sin poder moverse. “Pensé que terminaba mi carrera” dijo unos días después sobre el momento de la caída. El Bala tenía fracturas en la rótula y el astrágalo de la pierna izquierda y un corte en la tibia, de las cuales fue operado al día siguiente. Se había terminado la temporada.

Comenzaba entonces un esfuerzo titánico para volver a subirse a la bicicleta y estar al máximo nivel en la siguiente temporada o incluso al final de esta. Seis días después ya estaba andando y en su casa, haciendo sesiones de fisioterapia, gimnasio y piscina “de hasta 9 horas al día”. Mes y medio después de la caída ya entrenaba en carretera y el 28 de agosto, primer día de descanso de la Vuelta a España, aprovechó que sus compañeros estaban cerca de casa para entrenar con ellos.

Alejandro Valverde días después de la caída | Fuente: Twitter @alejanvalverde
Alejandro Valverde unos días después de la caída | Fuente: Twitter @alejanvalverde

Tan rápida iba la recuperación que llegó a rondar por su cabeza la posibilidad de correr aún en 2017 en carreras como la Milán-Turín o el Tour de Guangxi, pero pese a verse ya en un nivel de forma muy alto el murciano prefiere esperar al año que viene, una temporada en la que prefiere dejar el Tour de lado para centrarse más en la Vuelta, en las clásicas y en un Mundial que el año que viene se disputarán escaladores explosivos como él. Una campaña que será la decimoctava para un corredor que seguro que dará mucho que hablar.