No cabe duda, 'Rigo' ha tenido su mejor temporada en años. Algunos afirmaban que ya era un corredor en decadencia, otros decían que le iba mejor como gregario, pero el de Urrao (Antioquia) les dijo 'no' a todos. Después de ser un corredor deslumbrante en años anteriores con el Team Sky y su paso por hoy Quick-Step Floors, el colombiano pasó por una sequía bastante pronunciada.
Su excepcional temporada
Rigoberto Urán llegó a las filas del Cannondale-Drapac en el comienzo de la temporada 2016, arribó al conjunto estadounidense como jefe de filas pues sus triunfos lo confirmaban. El antioqueño fue la pieza que estaban buscando, un corredor explosivo pero resistente, un aceptable contrarrelojista y magnífico escalador.
En las temporadas 2015 y 2016, el colombiano había quedado en deuda en grandes vueltas, pues sus posiciones no habían sido las mejores. Parecía como si se hubiera especializado en las carreras de un día y hubiera abandonado un poco las vueltas de dos o tres semanas, al parecer su cuerpo no estaba respondiendo de la mejor manera. Sin embargo, desde el final de la temporada pasada se veía como 'Rigo' de a poco recuperaba su mejor nivel pues entró en el podio de las tres grandes clásicas de otoño: Giro dell'Emilia, Milán-Turín y el Giro de Lombardía. Así como también empezó esta temporada con buenos registros y resultados.
Sin lugar a duda, su mejor resultado este año fue el subcampeonato en el Tour de Francia. Llegó como uno más, no estaba dentro de los favoritos a llevarse el título, un factor que le ayudó a quitarse presión y hacer lo que más le gusta: disfrutar la carrera. Las primeras etapas se mantuvo en el lote principal y logró entrar siempre con los favoritos.
El punto de quiebre fue aquella etapa accidentada, aquella etapa que empezaba a definir quiénes estaban para el título y quiénes no. Aquella etapa alpina entre Nantua y Chambéry sirvió para que Rigoberto Urán dijera "presente" y sentenciara su candidatura a llevarse maillot jeune tras llevarse el triunfo de etapa en un photofinish con Warren Barguil.
Desde aquel día, el colombiano persiguió con inteligencia y astucia aquel podio que lo llevaría a estar de nuevo en el 'Olimpo' del ciclismo. Pasaron los días y las etapas, 'Rigo' seguía escalando posiciones a tal punto de verse cara a cara con Romain Bardet y Christopher Froome en la lucha por la 'Grande Boucle'. Hasta que en la penúltima etapa dio la estocada final para sacar al francés del segundo cajón en una espléndida contrarreloj y así quedar a tan solo 55 segundos de arrebatarle el trofeo al inglés.
Desde que Chris Froome empezó su dominio en la carrera francesa, nadie ha quedado tan cerca del británico, el más cercano había sido Nairo Quintana quien en 2015 quedó a un minuto y doce segundos del tetracampeón del Tour de Francia. Así mismo, el corredor del Cannondale-Drapac finalizó su temporada con dos excelentes resultados como fue el tercer puesto en el Giro dell'Emilia y su magnífico triunfo de la Milán-Turín donde en la última subida a la basílica de Superga se escapó y logró levantar los brazos frente a la hermosa estructura religiosa.
"No estaba muerto, solo estaba dormido..."
Rigoberto Urán fue el primer colombiano de esta generación en llegar a Europa y así mismo al dar sus triunfos. Fue el colombiano que le devolvió la esperanza todo un país que desde hacia bastante años no lograba mantener un corredor en el mejor nivel del World Tour, a excepción de unos cuantos.
Su medalla de plata en Londres 2012, su victoria de etapa y subcampeonato en el Giro de Italia 2013, subcampeonato que repitió en 2014 detrás de su compatriota Nairo Quintana, fueron títulos que dejaron el listón muy alto que dejaban verlo como un corredor prometedor. Pasaron los años y 'Rigo' no podía mantener su excelente nivel.
Toda la afición del ciclismo esperaba mucho más del colombiano en los años siguientes, pero las piernas, la suerte y los momentos no se le daban al ciclista antioqueño. Pero su nombre siempre estuvo rondando en la cabeza de todos, estuvo presente en una que otra definición.
Sin embargo, supo sobreponerse mentalmente a estos resultados y no estaba muerto, solo estaba dormido, solo estaba en un momento de transición y reflexión en su carrera deportiva. No obstante, el 'toro de Urrao' ha llegado a su madurez como deportista y está obteniendo cosas que él mismo ha soñado.
Rigoberto Urán no se dio por vencido, trabajó, entrenó y se mentalizó para que esta temporada fuera de ensueño y lo logró. Hoy en día, es un corredor muy completo, quizá uno de los más completos del pelotón internacional, pues volvió a ser ese corredor de grandes vueltas, y se ha mantenido como ese escalador explosivo e importante para algunas clásicas del calendario, como también su contrarreloj ha mejorado bastante y se puede defender muy bien al cronómetro.
La clave está en disfrutar la carrera
Un ejemplo claro de disfrutar lo que se hace. Un corredor que también es conocido por su buen humor, extraversión y carisma. Rigoberto Urán, a diferencia de otros corredores, sigue viendo su carrera como un hobbie, un momento de descanso y gozo donde los resultados y trofeos quedan relegados a un segundo plano. Siempre ha afirmado que la clave de su éxito está en disfrutar lo que él hace, disfrutar cada dolor, cada sufrimiento, cada subida, cada caída, así como cada victoria.
Para él el ciclismo es ese espacio donde puede ser él mismo, donde puede expresar su pensar, donde en vez de hablar o escribir, pedalea. Su mirada no está esencialmente en una carrera o campeonato del calendario, su objetivo principal es disfrutar y dar su mejor en cada pedalazo. Sus inesperadas respuestas, su actitud frente a las cámaras, su versión políticamente incorrecta hace de él un corredor distinto, un ciclista que en vez de trofeos busca la alegría y satisfacción de toda una nación.
El 2018 será de confirmar su buen momento, sus máximos objetivos están en el Tour de Francia y la Vuelta a España, así como también el Mundial de Ciclismo en Innsbruck pues el trazado se adapta muy bien a sus condiciones.