El escalador abría su cartel en este 2017 en la Vuelta a Andalucia (16-19 de febrero) con el objetivo entre ceja y ceja del Giro de Italia, que este año cumplía su edición centenaria. En la ronda andaluza Landa a pesar de que disputaba su primera carrera del año se dejó ver con varios ataques y cuajó una sensacional sexta posición en la clasificación general a menos de un minuto del ganador, Alejandro Valverde.

Tras prácticamente un mes, volvía a la competición con la Tirreno-Adriático (8-14 de marzo), Landa seguía dejándose llevar por el transcurso de la prueba, sin realizar grandes esfuerzos, pero consiguiendo una notable octava plaza en la cima del Terminillo (Etapa reina de esta ronda italiana).Tras pasar prácticamente desapercibido en la Volta a Catalunya llegaban para el alavés los Alpes en abril, donde como escudero de Thomas, firmaba unas actuaciones brillantes confirmando el buen estado de forma que presentaba el corredor camino del giro.

Un Giro agridulce

El 5 de mayo Landa comenzaba en la línea de salida de Alguer (Cerdeña) la conquista de su primer gran vuelta, haciéndolo como mejor baza española y además como líder de su equipo (Sky Team).

Las primeras etapas transcurrían de una manera tranquila, pero en la novena etapa en el Blockhaus (Primer gran final en alto), todo se torcía, Landa se iba al suelo junto a cuatro compañeros de equipo en un incidente provocado por una moto de la organización, dejándose en meta una minutada. A partir de aquí Landa cambiaba su manera de disputar la carrera olvidándose de la clasificación general y centrándose tanto en la victoria de etapa como en la clasificación de la montaña, ambos objetivos se cumplían en la decimonovena etapa, cuando Landa conseguía la victoria exhibiéndose en la cima del Piancavallo y además se aseguraba ser el mejor escalador de la ronda italiana.

De esta manera el español se reivindicaba y demostraba que sin haber sufrido incidencias como la del día del Blockhaus hubiera peleado por la clasificación general que finalmente se llevaría Tom Dumoulin.

Un Tour  de Francia sorprendente

Tras pasar por la ronda italiana, Landa acudía en julio al Tour con el único objetivo de escudar y proteger a Chris Froome en su camino a su cuarta corona en la ronda francesa. Tras una primera semana marcada por el dominio de Kittel al sprint y por las caídas de hombres importantes como Alberto Contador, se acercaba la montaña, donde Froome demostraba no tener las buenas piernas de otros años, esto se confirmaba en un final exigente como Balés, donde Landa incluso dejaba atrás al propio Froome en busca de la victoria de etapa y provocaba el revuelo y las dudas en el equipo inglés, pasada el ecuador de la prueba Landa aprovechaba una acometida de Contador para colocarse al filo del podio.

Finalmente Landa terminaba cuarto en la clasificación general, demostrando ir sobrado en muchas ocasiones y teniendo en otras muchas mejores piernas que su compañero Froome, que sin embargo conseguía su cuarto Tour de Francia.

Cambio de aires y tramo final de la temporada

A partir de aquí se iniciaban los rumores de cambio de equipo para el alavés ya que demostraba tener piernas para ser el líder de un gran equipo en una gran vuelta, pero nada se hacia oficial. El escalador corría al comenzar agosto la Vuelta a Burgos con un nivel que de nuevo rozaba a la perfección, ya que se llevaba tanto la clasificación general como dos etapas de la misma. En el ecuador de agosto todos los rumores en cuanto al cambio de equipo que envolvían al español se terminaban con la oficialización de su fichaje por el Movistar Team. Tras dos meses de parón Landa volvía a la competición disputando la Milan-Turín, el Giro de Lombardia y el Tour de Guangxi, tras obtener resultados desapercibidos en todas estas pruebas, el corredor ponía punto y final a su ciclo en el Sky y a su competición en este 2017 y se mostraba ilusionado con esta nueva etapa que inicia en las filas del Movistar.