Tras dos victorias de etapa en la Vuelta a España 2013, Warren Barguil no había vuelto a su mejor nivel. De la misma manera que llegó, por sorpresa de muchos, parecía que se había ido. Muchos ya habían asumido que el Barguil de 2013 había sido un miraje poco real, fruto de una buena preparación, pero sin continuidad. Warren Barguil había dejado de ser un nombre a tener en cuenta en las grandes citas. Pero el Tour de Francia lo volvió a cambiar todo. Barguil volvió a lo más alto. Y lo hizo por méritos propios.

En el primer tramo de temporada, Warren Barguil ya dejó alguna pincelada de calidad. Abría el año con un duodécimo puesto en la Vuelta a Andalucía para poco después ser octavo en la Paris-Niza. Pese a no ser un corredor de primera línea, volvió al TOP-10 en la Flecha Valona, esta vez terminando en sexta posición. Aún así, Barguil llegó al Tour de Francia en una segunda línea, lejos de favoritismos y con pocas esperanzas de éxito. En las dos últimas pruebas antes de la ronda gala, el francés tuvo que abandonar en Romandía y terminó trigésimo en Dauphiné.

En la primera prueba de montaña del Tour de Francia, el corredor de Team Sunweb dejó claro que no iba a luchar la general y se dejó cerca de cinco minutos en la cima de La Planche de Belles Filles. Pero todo empezó a cambiar en la novena etapa, con final en Chambéry. En una etapa con tres puertos fuera de categoría, el francés se metió en la fuga de la jornada y, tras marcharse en solitario dos minutos por delante del pelotón, fue cazado por los favoritos. Cuando parecía sentenciado para la etapa y los favoritos de la general pasaron a tomar el control de la carrera, Barguil pudo aguantar con ellos hasta la meta y se jugó el triunfo en un agónico esprint con Rigoberto Urán. El colombiano se llevó la victoria de etapa, pero Barguil, que fue segundo, ya había dejado su primera huella en el Tour de Francia.

Warren Barguil se llevó el mallot d la montaña | Foto: ASO
Warren Barguil se llevó el mallot d la montaña | Foto: ASO

No tardo en llegarle la recompensa al esfuerzo. El francés siguió buscando las escapadas en la montaña y en la corta etapa entre Saint-Girons y Foix le llegó el premio. Solo cien kilómetros de etapa y tres puertos de primera, un escenario imprevisible que se convirtió en una de las grandes etapas de la edición. En un desarrollo parecido al de su primera gran etapa, Barguil se escapó de salida y pronto fue cazado y superado por Alberto Contador y Mikel Landa, que habían saltado del grupo. El corredor, no obstante, no se rindió y aprovechó el empuje de un grupo liderado por Nairo Quintana para volver a llegar a la cabeza de carrera. La lucha era por la clasificación general y Barguil pasaba desapercibido, y el francés lo aprovechó para llevarse la victoria de etapa en el esprint final.

La perseverancia le sirvió a Warren Barguil para llevarse el mayor éxito de su carrera deportiva. La constancia en las escapadas de la ronda gala le había hecho vestir el mallot a puntos rojos de la montaña y en Foix le llegó la primera victoria final. El trabajo estaba hecho para el francés y parecía que su único objetivo sería certificar el liderato en las cimas de montaña, prácticamente sentenciado a medio Tour de Francia.

Barguil siguió entrando en fugas y llegó a la última semana como nunca se le había visto. Quinto en Serre-Chevalier, fue el que mejor aguantó los demarres de Chris Froome en la decimoséptima etapa y volvió a demostrar su fuerza al día siguiente. En el Izoard ya no se metió en fuga, no lo necesitaba, y desde el grupo de favoritos saltó para volver a conseguir la victoria de etapa. Ni el líder Chris Froome ni ningún otro favorito pudo seguirle el ritmo y el francés sumaba su segunda victoria parcial.

Izoard fue la guinda para Warren Barguil | Foto: ASO
Izoard fue la guinda para Warren Barguil | Foto: ASO

El ciclista de Team Sunweb asombró a todos en un Tour de Francia para enmarcar, siendo uno de los mejores escaladores de la prueba. Las dos victorias de etapa y la clasificación de la montaña, además, vinieron acompañados de un décimo puesto en la clasificación final. Warren Barguil, que no entraba en las quinielas y que tras las primeras etapas llegó a perder más de once minutos con el top ten de la general, remontó hasta terminar entre los diez mejores. El Tour de Francia 2017 es un antes y un después en la carrera profesional de Warren Barguil.

Con la esperanza de un corredor que estaba en un buen momento de confianza llegó a la Vuelta a España. Entonces sí, las miradas estaban puestos sobre él, pero solo le dio tiempo a una etapa buena. Tras ser sexto en Sagunt, el equipo dijo basta a su estancia en carrera. El francés había desobedecido las órdenes de equipo que le mandaban esperar a su jefe de filas, Wilco Kelderman, y el conjunto alemán lo expulsó de carrera.

Warren Barguil ya había firmado un nuevo contrato que a partir de 2018 le comprometía con Fortuneo-Oscaro y el ambiente entre corredor y equipo se enrareció demasiado al término de la temporada. La expulsión de la Vuelta fue el final virtual de su temporada y ya solo compitió en los mundiales y en alguna clásica italiana de final de temporada, sin ningún éxito. Ahora, Barguil se prepara para su nuevo estatus en Fortuneo. Descendiendo a segunda categoría, en un movimiento de mercado que sorprendió a todo el mundo, el francés tendrá un rol absolutamente protagonista y una invitación prácticamente asegurada para el Tour de Francia. Barguil deberá volver a demostrar que tiene el nivel suficiente para brillar entre los mejores.