Crítica de Ready Player One: un filme para gozar
Foto: filmaffinity.com

Basada en la novela homónima de Ernest Cline, quien firma el guion de la película, Steven Spielberg cambia el cine clásico y de diálogos de “Los Archivos del Pentágono” para ofrecer al espectador un filme futurista y con unos efectos especiales de inmensa calidad.

La cinta plantea un futuro distópico, situándose en el año 2044 en el que, mientras las grandes multinacionales se reparten las ganancias de un mundo en decadencia, la mayoría de la población mundial vive hacinada en torres formadas por autocaravanas. Este es también el caso de Wade Watts, un joven adicto al videojuego de realidad virtual OASIS que, gracias a las posibilidades que ofrece, le sirve como vía de escape.

El planteamiento de Ready Player One es muy interesante. Pese a que se trata de ciencia ficción, no sería de extrañar que algunas circunstancias pudieran darse alguna vez en la vida real. Aquí vemos como la realidad virtual ha evolucionado con creces, tanto que muchos la prefieren al mundo real. También habla sobre la desigualdad del mundo ya que, mientras algunas personas se reparten todas las ganancias, el resto se encuentra afincada en caravanas.

Además de todos estos mensajes que dotan a la obra de una gran inteligencia, la película es espectacular en todos los sentidos. Tiene unos grandes efectos especiales, unas escenas de acción muy completas, unas carreras vertiginosas y, en general, una sensación de adrenalina que invadirá todo el cuerpo del espectador. Aunque el filme se desarrolle en el año 2044, algunas de sus escenas aportan cierto aire vintage, lo que hace que su contraste sea espectacularmente llamativo. Una vez más, Spielberg revoluciona el panorama cinematográfico.

Valoración: 4/5

Lo mejor: Sus efectos especiales y una sensación de adrenalina y vértigo que no cesa en ningún momento

Lo peor: Toda esa energía puede resultar mareante en muchos momentos

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