Crítica de Campeones
Foto: filmaffinity.com

Javier Fesser es un director que cuenta con una versatilidad fascinante. Lo mismo puede hacer Mortadelo y Filemón que un dramón a la altura de la grandiosa Camino. En su nuevo trabajo vuelve a apostar por la comedia con un guion escrito por él mismo y por David Marqués que tiene como protagonista a Javier Gutiérrez, quien se ha convertido sin duda en uno de los actores más reclamados del panorama español gracias a su versatilidad y a su calidad interpretativa.

Campeones cuenta la historia de Marco, un entrenador profesional de baloncesto, que se encuentra un día, en medio de una crisis personal, entrenando a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual. Lo que comienza como un problema se acaba convirtiendo en una lección de vida.

Pese a que está contada en forma de comedia, la cinta tiene también elementos dramáticos que la hacen entrañable. Sabe mezclar muy bien los dos géneros y que el espectador salga de la sala planteándose ciertas cosas sin saber que en el filme iban a incidir en ello.

Campeones es de esos largometrajes simpáticos, hechos para ver con toda la familia un fin de semana por la tarde. Es cierto que su calidad no es grandiosa, pero es muy amable de ver. En primer lugar, su público podrá ver cómo va evolucionando el protagonista y mejora su calidad humana y, en segundo, gran parte de su público irá a ver Campeones pensando que es una comedia sobre baloncesto con carcajadas y momentos hilarantes. En parte, esto es cierto, pero el nuevo trabajo de Javier Fesser es mucho más inteligente y, al igual que sus personajes, no debe ser tratada como una película menor.

Valoración: 3,5/5

Lo mejor: Encontrarte con algo distinto a lo que en un principio te habías imaginado.

Lo peor: Al fin y al cabo, es solo una película más, con papeletas para ser olvidada con el paso de los años.

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