Críticas en un minuto: 'Tots els camins de Déu'

La directora Gemma Ferraté entra en escena en el apartado de largometrajes con una ópera prima tan personal como interesante. Con Tots els camins de Déu, la catalana hace una adaptación sobre la historia bíblica de Judas desde el punto de vista contemporáneo.

Está protagonizada por los actores Marc García-Coté y Oriol Pla y cuenta con la colaboración del ganador de un Goya por La piel que habito, Jan Cornet. La película narra la historia de un hombre que siente culpa y remordimiento por haber traicionado a un amigo por unas monedas de plata. Es precisamente mediante una estética brillante y una función poética asombrosa, la forma en la que la cineasta traslada al espectador temas tan actuales como la traición, el miedo, la homosexualidad, la amistad o la liberación espiritual encontrada en un bosque que es la localización que da a la cinta un aura y una estética impecable.

Son las interpretaciones otro de los puntos fuertes de este buen descubrimiento del cine español. El trabajo tanto de Marc como de Oriol es una delicia para los sentidos y dotan de alma al conjunto. Al no contar con el diálogo como uno de los elementos claves en su realización, era importante que las actuaciones fueran solventes. Parece que Gemma dio en el clavo en este sentido y la simbiosis entre los dos actores catalanes hace que este largometraje funcione de principio a fin.

Son precisamente su principio y su final dos de los momentos más mágicos y llenos de personalidad en la película. El contenido y lo contado mutan en poesía para certificar que Ferraté cuenta con un futuro prometedor en nuestro cine.