Crítica de "Juego de Armas"
Fotograma de "Juego de Armas"/ sensacine.com

El director de la trilogía “Resacón” (2009-2013), saga que empezó con muy buen pie pero que fue víctima de una explotación innecesaria, ha querido ponerse algo más serio para contar una historia acerca del tráfico ilegal de armas en Estados Unidos.

El principal problema de la cinta radica en su ejecución. Phillips quiere crear un trabajo muy completo mezclando su comedia algo gamberra con el drama y la acción, pero el resultado es algo chirriante y su mezcla de géneros no acaba de funcionar. El director quiere aportar su seña de identidad en una historia a la que no le pega en absoluto, desluciendo el film en muchos momentos. Usa la parte cómica para que el espectador pueda percibir lo alucinante de la historia, aunque el resultado es justamente el contrario.

Los personajes de “Juego de Armas” están construidos con el fin de mostrar una especie de sátira, pero lo que consigue es que los actores estén demasiado sobreactuados y que no se crea lo que pasa, con un Jonah Hill algo exagerado y menos lucido de lo habitual. Con Miles Teller pasa exactamente lo mismo y queda un tanto desaprovechado. El papel más creíble y mejor diseñado es el de Bradley Cooper, que aporta intriga a la película. Personajes como el de Ana de Armas no acaban de estar bien definidos y son prescindibles en el argumento.

El largometraje tiene sus partes buenas ya que consigue atrapar desde el principio, con momentos de incertidumbre y de no saber exactamente lo que va a pasar, con una duración ideal y con una química entre la pareja protagonista que es entre grotesca y brutal, haciendo que funcionen mucho mejor en conjunto que por separado. Además, es una buena oportunidad de conocer una historia que sorprende y no dejará indiferente a nadie.

En definitiva, “Juego de Armas” es un trabajo más que correcto, pero que pierde mucho al intentar acercarse a otros vistos anteriormente y que, como muchos otros, cuentan las consecuencias de querer alcanzar el Sueño Americano.

Valoración: 3/5

Lo mejor: el personaje de Bradley Cooper.

Lo peor: unas partes cómicas que sacan de contexto.

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