Las mil caras y la piel del cine español en 2016
Montaje: Carlos Martínez

Otro año para que cualquier español se sienta orgulloso de la industria cinematográfica de su país. Si se viven los colores de España en el deporte, también se deberían sentir en otros campos de la vida. La industria audiovisual en nuestro país está dotada de talentos incuestionables que en cierto modo también se parecen a ese Iniesta que fue capaz de hacer latir millones de corazones con su gol ante Holanda en la final del Mundial de Sudáfrica.

Y resulta que el parecido reside hasta en la ejecución, en la forma en que productores, directores, guionistas, intérpretes, operadores de cámara, técnicos de sonido y decenas de implicados en cualquier producción tienen que driblar a los contrarios que salen a su paso para llegar a portería y marcar el gol de ver una historia hecha en casa estrenada en una sala de cine. Al igual que 'La roja' hilvanó aquella jugada en junio de 2010 que erizó la piel a todo un país, cualquier equipo de rodaje tiene que luchar por funcionar como un reloj suizo dentro del set en cada toma para crear un producto que emocione y transmita sentimientos a todo espectador que se siente en una butaca y pague una entrada por consumir cine español. Y esto no es tarea fácil cuando te ponen tantas limitaciones por el camino.

Se vuelven a superar los 100 millones en taquilla

Buscar financiación para poder llevar del papel a la pantalla una historia resulta en los tiempos que corren una tarea ardua no recomendada para personas impacientes. Es en este paso, donde infinidad de proyectos quedan en el tintero de una pluma que en muchas ocasiones tiene mucho que contar y que se ve en la tesitura de tener que esperar años y años para poder plasmar secuencias que posteriormente vencen y convencen a crítica y espectadores.

En 2016, el cine español ha vuelto a superar los 100 millones de euros en taquilla a pesar de haber recibido únicamente 36 por parte del Gobierno en ayudas. Con una cuota de pantalla que roza el 20%, se vuelven a dar muestras de que es posible plantar cara a los bestiales presupuestos americanos con bastante menos. Pero aquí entra en juego el talento. Un talento forjado a través de la experiencia que ha dejado en estos últimos 12 meses títulos para el recuerdo.

Y es que a modo de ejemplo, si alguien cree que fue fácil para Isaki Lacuesta e Isa Campo llevar al cine La próxima piel se equivoca. Presentada en el Festival de Málaga sin tener siquiera distribución, llegó meses después a la gran pantalla para plasmar una historia magnética sobre la necesidad de amar. Uno de los mejores largometrajes españoles que no logró pasar los 120000 euros de recaudación. La palabra injusticia plasmada en cifras recaudatorias. La justicia la marcó la crítica, abrumadora a favor de un filme elaborado con personalidad y gran maestría por una dupla que seguirá dando grandes alegrías a nuestro cine.

Thrillers de técnica depurada

Igual que Rodrigo Sorogoyen. El cineasta ya hizo las delicias de muchos espectadores con su pequeña Stockholm y ahora ha conseguido superar los 1,3 millones de euros con la intensa Que Dios nos perdone. Un thriller frenético que puso en tensión a más de 200000 espectadores que se vieron inmersos en un caluroso verano madrileño al lado de tres animales de la interpretación como son Roberto Álamo, Antonio de la Torre y Javier Pereira.

Y para bestias pardas del mundo de la actuación los protagonistas de El hombre de las mil caras. Otras de las sobresalientes películas españolas que nos ha dejado este 2016. Y es que este thriller político es un soplo de realidad interpretado a la perfección por unos estelares Eduard Fernández, Carlos Santos y José Coronado. La cinta con la trama menos comercial del cine reciente de Alberto Rodríguez que sin embargo consiguió llevar a las salas a 400000 espectadores para así recaudar más de 2,5 millones de euros. El sello del director sevillano ya es una garantía de éxito y el equipo con el que se rodea en cada producción un lujo de resultado a ojos del espectador.

Otro de los thrillers impecables de este año ha sido el debut de Raúl Arévalo con su Tarde para la ira. Ópera prima de muchos quilates que ha obtenido el premio de contar con varias nominaciones en Los Goya. También superó el millón y medio de euros Kike Maíllo con Toro. Otro thriller basado en la intensidad de su trama y montaje que es una delicia visual a ojos del espectador.

Una industria que se acerca a Hollywood

2016 también ha sido el año en el que los espectadores han podido volver a disfrutar de Pedro Almodóvar y su Julieta. Un filme que vuelve a mostrar muchas de las virtudes del manchego y que lleva el trabajo de su elenco a un límite que para nada les ha pesado a los intérpretes del nuevo proyecto de uno de los directores más reconocidos en Hollywood del cine español. Una industria americana en la que también está inmersa JA Bayona con el monstruo recaudatorio de nuestro cine. Con Un Monstruo viene a verme, el catalán ha firmado en España más de 26 millones de euros gracias a los 4,6 millones de espectadores que han asistido a verla en salas. Esta cifra supone más asistencia que las cifras de espectadores de las cuatro películas siguientes más vistas, sumadas entre sí.

Foto: RTVE
Foto: RTVE

Las risas nunca faltan entre los éxitos

La tónica general es que cada año la comedia sea el género que más recaude y en 2016 las risas han vuelto a copar puestos elevados en el ranking de películas más taquilleras. Cuerpo de élite y Villaviciosa de al lado han superado los 6,5 millones de euros en taquilla y junto a Kiki el amor se hace, suman más de 3 millones de espectadores. También hay que destacar el buen paso por los cines de No culpes al kharma de lo que te pasa por gilipolllas. La adaptación de la novela de Laura Norton congregó a 350000 espectadores en las salas y se alzó con el puesto 9 de película española más taquillera.

Y en el lado de la comedia romántica también hay que destacar otras cintas como Nuestros amantes. La nueva película de Miguel Ángel Lamata recuerda al mismísimo Woody Allen en muchas de sus secuencias con una Michelle Jenner y un Eduardo Noriega impecables.

Buenas lecciones de historia

El cine español en 2016 también ha dejado grandes películas sobre nuestra historia. El bombardeo de Gernika quedó fielmente representado con la película de Koldo Serra protagonizada por María Valverde y James D'Arcy.  Otras de las sorpresas que dejó el séptimo arte patrio antes de la conclusión de este 2016 fue 1898. Los últimos de Filipinas. Un largometraje elaborado con mimo sobre el sitio de Baler. La corona partida o Altamira también fueron filmes históricos que tuvieron un buen paso por las salas y que mostraron la gran técnica de los equipos de rodaje españoles para recrear tiempos pasados.

Foto: Gernika
Foto: Gernika

En el lado más independiente no se pueden pasar por alto largometrajes llenos de realidad como El Rey tuerto. Un filme con muchas similitudes al teatro en el que Miki Esparbé y Alain Hernández ejecutan un duelo interpretativo digno de reconocimiento. También han destacado películas como La reconquista de Jonás Trueba, producción con la que el cineasta pisó la Sección Oficial del Festival de San Sebastián y volvió a dar muestras de su marca personal tras las cámaras. 

El documental también tiene peso

Para muchos son los grandes olvidados, pero el cine documental también ha dado a la luz muchos títulos, concretamente el 47% de las películas producidas en España en 2016 han sido de género documental. El ejemplo de que los espectadores también aprecian este cine está en cintas como Jota, de Saura que congregó a 14000 espectadores en cines recaudando más de 80000 euros en taquilla o Política, manual de instrucciones de Fernando León de Aranoa que también sobrepasó esa cifra recaudatoria.

Foto: Jota de Saura
Foto: Jota de Saura

Nuevos tiempos, nuevos formatos

El VOD cada vez goza de más protagonismo en España. Corren nuevos tiempos para la industria audiovisual y 2016 también trajo la primera película española producida por Netflix. Fue 7 años la encargada de ser también la primera cinta en entrar en las candidaturas a Los Goya sin haberse estrenado en cines. Una nueva vía para abrir horizontes y compaginar el romanticismo de acudir al cine con el hecho de poder ver una película de estreno made in Spain sin levantarse del sofá de casa.

Nuestra industria cinematográfica concluye un nuevo año sacando todo el partido a los recursos disponibles y mirando hacia el futuro. Un futuro que a buen seguro sigue aumentando la cuota de mercado del producto audiovisual hecho en casa y dando muestras de que el cine español goza de buena salud a pesar de las adversidades. La bajada del IVA cultural sería el mejor deseo de año nuevo.

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