Traduciendo a Lagarde

Christine Lagarde, presidenta del Fondo Monetario Internacional, dio un discurso en que enfatizó que la economía crece a un ritmo más lento de lo previsto y calificó de "mediocre" en general el creimiento económico y el empleo. Sin embargo el discurso fue más largo y la abogada francesa apuntó más hechos y circunstancias que merecen ser explicadas y analizadas.

Lagarde comenzó su discurso explicando la función histórica del FMI. El Fondo Monetario Internacional se creó tras la Segunda Guerra Mundial, aunque su embrión nació de la reunión de Breton Woods en 1944. Sus fines, según indica su página web, era asegurar que las políticas monetarias (es decir, la depreciación y apreciación de las divisas) fueran estables para que los tipos de interés no sufrieran fluctuaciones muy grandes e instar a sus miembros a eliminar aranceles y otras barreras del comercio internacional. Lagarde habló que tras la Segunda Guerra Mundial, el FMI ayudó a potencias emergentes a integrarse en la economía mundial, y que durante la reciente crisis también han ayudado a a algunos países y que ahora apoyan a Ucrania en el conflicto con Rusia. Por supuesto es inevitable hablar del FMI sin mencionar sus controversias: los tres últimos presidentes han sido polémicos. Rodrigo Rato, imputado por el caso Bankia, Dominique Strauss-Kahn, obligado a dejar el puesto tras un escándalo en que fue denunciado por acoso sexual y Christine Lagarde fue imputada recientemente por negligencia en el caso "Tapie", el caso de corrupción política que afectó al gobierno de Nicolas Sarkozy, cuando la actual presidenta del FMI ocupaba la cartera de economía. En cuanto a lo económico, las medidas de austeridad fiscal adoptadas durante la crisis actual han sido criticadas por algunos sectores, también ha sido criticada la desigualdad con que el FMI trata los países ricos y pobres, y el hecho de obligar a muchos países a privatizar instituciones y servicios básicos. Los partidarios de la globalización defienden el papel del Fondo y se alaba generalmente sus políticas de transparencia fiscal.

Primer punto: la nueva mediocridad de la economía mundial

Lagarde dividió su discurso en dos puntos: en el primero ya introdujo el concepto de crecimiento mediocre. Avanzó que el crecimiento económico es más débil de lo que había pronosticado el Fondo Monetario Internacional, y dijo que el auge más fuerte será de Estados Unidos y el Reino Unido, seguido por Japón y la Eurozona. En esta última región, se habló de disparidades. Lagarde dijo que la República Popular de China (país que mantiene cierta independencia del FMI, aunque es miembro y colabora), había protagonizado el 80 % del crecimiento económico mundial desde 2008, aunque avisó que en los próximos años crecerá, habló de cierta ralentización del repunte económico en estos países. Lagarde apuntó después a los "nubarrones" económicos y financieros, e introdujo las "normalizaciones asincrónicas y los posibles efectos de contagio". Esto va ligado a uno de los axiomas más dogmáticos del FMI, que es el de unión y estabilidad en los tipos de interés. En cuanto a los nubarrones financieros, Lagarde avisó del excesivo número de activos que están adquiriendo los bancos e instituciones financieras, y es que la traducción a esta frase significa que se está comprando demasiada deuda, política que viene ejerciendo la Reserva Federal de Estados Unidos durante los últimos años y que ha empezado a ejercer el Banco Central Europeo en los últimos meses de forma más destapada. Advirtió de los peligros de los "bancos paralelos", es decir, fondos de inversión y sociedades financieras que hacen la competencia a los bancos oficiales mediante el ofrecimiento de promesas de líquido a corto plazo (opinión e informe de la Unión Europea sobre el sector bancario paralelo). Lagarde siguió y explicó los conflictos geopolíticos actuales como causas de las turbulencias en los mercados financieros: Ucrania, Próximo Oriente y la epidemia de Ébola en África.

Segundo punto: las medidas propuestas

Tras explicar la situación y las previsiones, Lagarde comenzó a hablar de las medidas que propone el FMI para reactivar el crecimiento. Basadas en maniobras "macroprudenciales" (el nombre ya indica que se trata de una medida de austeridad), el FMI divide las reformas en tres partes: políticas fiscales, reformas estructurales e inversión pública en infraestructura. Las propuestas concretas son las siguientes (se obvian las observaciones genéricas):

  1. Políticas fiscales para el crecimiento y la creación de empleo. Como medidas concretas, se habló de reformas para hacer frente a la evasión tributaria y reducción de impuestos de la nómina de los trabajadores (IRPF por ejemplo). La primera como es obvio conduce a un aumento de los ingresos del Estado. La segunda pretende que aumentando la renta disponible de los trabajadores, se incremente el consumo y se reactive la economía. Aunque este punto entra en contradicción, por ejemplo, con las políticas de ahorro de Alemania. Claramente este punto tiene alusión directa a España, país que en los dos aspectos comentados tiene puntos en común.
  2. Reforma de los subsidios de energía. El FMI considera que favorecen a las clases altas y que van en contra del medio ambiente. Es una política que se lleva a cabo sobre todo en países de Latinoamérica, en que el coste de la energía es superior al que pueden pagar los usuarios. A favor, el consumidor paga menos ya que una parte va subvencionada por el Estado, en contra, el mayor beneficio no lo obtiene la gente más pobre, sino los grandes consumidores, y se malgastan recursos naturales no renovables.
  3. Seguir el ejemplo de Suecia, Alemania y Australia en política de empleo para jóvenes. En este documento se explica las políticas suecas para combatir el desempleo en jóvenes y en mayores de 45 años. Como ejemplos, cuando un joven acaba la escuela, éstos están obligados a mantener contacto con el joven y a apoyarle durante los dos próximos años, y cuando son menores de edad, deben ser aconsejados acerca de las oportunidades reales que se les presentan. Subsidios y el ánimo a romper con los estereotipos (una persona joven no puede ocupar "x" cargo) son otras posibles soluciones. Potenciar el empleo femenino como medio de contrarrestar el envejecimiento global.
  4. Apertura del mercado en profesiones como abogados o taxistas. El FMI considera que no deberían existir limitaciones a la hora de entrar a formar parte de un gremio. Por ejemplo, en España está limitado el número de notarios que ejercen. El FMI propone eliminar esas limitaciones.
  5. Mejorar el flujo de crédito. El FMI es poco concreto en este punto, pero dijo que se necesitaban regímenes de insolvencia (es decir, en España los concursos de acreedores) que favorezcan a los bancos y al sector privado para aliviar sus deudas. Este quizás sea uno de los puntos más controvertidos.
  6. La inversión pública en infraestructuras se sitúa el 20 % por debajo de lo previsto según el FMI. Se considera que ha habido un retroceso (y así lo indican las cifras, realmente) en inversiones en carreteras, redes eléctricas, Internet o transportes. 

Lagarde acabó hablando del "multilateralismo". La traducción sería la cooperación entre países para salir de la crisis y diseñar planes de crecimiento, poniendo como ejemplo el plan del G-20 que habla de un crecimiento global del 2 % para 2018.

Estos son los pensamientos del FMI en su 70 aniversario, una institución con luces y sombras que tiene una vital importancia en la economía mundial debido a que todos los países europeos y Estados Unidos siguen sus directrices.

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