Carlos Sainz ha conseguido entrar en la Q3 y saldrá noveno en el Gran Premio de Australia, con un tiempo de 1:23.577, pero aún así no está contento con el resultado. En la Q2 hizo un tiempo de 1:23.061, lo que le habría garantizado la sexta posición si lo hubiese repetido en la Q3.

"Hoy no estoy contento, después del tiempo de la Q2, debería haberme quedado a una décima o dos y me he quedado a medio segundo", comenzaba diciendo el piloto español, que también afirmaba que no había cometido ningún error, por lo que debería haber marcado un tiempo en torno a 1:23.200. Cree que el principal motivo de la novena posición es el parón tan largo entre la Q2 y la Q3, porque después de tanto tiempo en el garaje, es difícil retomar y hacer un buen tiempo, aunque podría haberse acercado más.

Después de la pretemporada, los entrenamientos libres y la sesión clasificatoria de hoy, hay mucha competencia entre los pilotos de la parte media de la tabla, aunque Sainz cree que podrían haber peleado con Haas por la sexta o séptima posición. Por este motivo y por su exigencia, no está contento y tienen que analizar los resultados. Sainz sabe que los Haas vienen fuertes y ayer, en los entrenamientos libres, se podría haber acercado a Grosjean y hoy tenían potencial para estar cerca de ellos, aunque la vuelta no ha salido bien.

Un aspecto positivo es que mañana saldrá por la parte limpia de la pista y tendrá una buena oportunidad para ganar puestos en la salida, aunque eso no le preocupa. "Estoy confiado de cara a mañana, a ver qué podemos hacer en la salida. Habrá acción con Ricciardo que sale justo por delante -después de la sanción de tres posiciones por exceso de velocidad con bandera roja- y con Bottas desde atrás", asegura el piloto español. 

Renault y Sainz ya tienen los ojos puestos en la carrera de mañana, en la que pretenderán terminar con un mejor sabor de boca y conseguir puntos, ya que tienen coche para acabar en el 'Top 10'.