La era híbrida ha desfavorecido a una gran cantidad de equipos. Básicamente, sólo ha favorecido a uno, el cual es Mercedes. Los germanos se anticiparon un par de años al desarrollo de las unidades de potencia actuales y es algo que ha sido crucial para el dominio que mantienen.

Renault, sin embargo, no ha sabido explotar todo el potencial de sus motores. Los franceses son el tercer mejor motorizador de la parrilla, por detrás de Mercedes y Ferrari, pues Honda es quien está en la cola de rendimiento y fiabilidad. La marca del rombo ha visto cómo en 2017 su fiabilidad lastraba la temporada de Max Verstappen y Daniel Ricciardo, así como la de los pilotos de Toro Rosso y los suyos propios.

No obstante, este 2018 será más intenso aún, pues McLaren será ahora equipado con propulsores galos, cosa que pone en gran responsabilidad a Renault. Cyril Abiteboul, director general de Renault F1, ha asegurado que será un gran desafío.

"En realidad creo que hay más aspectos positivos que negativos en estas relaciones, aunque será difícil mantener y será una temporada interesante de gestionar", confesaba Abiteboul a motorsport.com. "Es un desafío, pero al mismo tiempo nos motiva a todos. Sin duda es un orgullo suministrar motores a más grandes equipos y a sus increíbles pilotos", apuntó.

El galo cree que los de Woking pueden ayudar bastante en el desarrollo de su motor, pues es una escudería con mucha experiencia y profesionalidad. "Además, creo que McLaren tiene mucha experiencia y puede mostrarnos la forma de mejorar nuestro motor y también nuevas formas de garantizar que tengamos un paquete ganador", incluía.

"Francamente, estoy deseando que empiece. Es bueno estar en un entorno competitivo y enfrentarse a desafíos", expresó para finalizar.

Las aspiraciones de Renault para 2018 son una incógnita, pues como equipo oficial, tras su vuelta en 2016 han ido de menos a más. Quién sabe, quizá este sea el año de la revolución.