Una vez más, la polémica está servida. En 2018, la salida tras un periodo de bandera roja podrá hacerse desde parrilla y no tras el Safety Car, tal y como se ha hecho en los últimos años. Este nuevo sistema, conocido como ‘Standing Start’, se implantará como medida para mejorar el espectáculo. De esta forma, tras la aparición de una bandera roja, los pilotos se colocarán en la parrilla y realizarán una nueva salida. Será Charlie Whiting quien decida si las condiciones de pista lo permiten o si se realizará una ‘Rolling Start’ como en las temporadas pasadas.

Mercedes, Ferrari, Red Bull, Haas y Williams aprovecharon la oportunidad de probar este nuevo sistema en los diferentes test. Aunque han sido varios los pilotos que han mostrado su desacuerdo con esta medida, los más críticos han sido los del equipo Haas, especialmente Romain Grosjean: “En lo que respecta a la seguridad, estoy un poco preocupado. Creo que podría provocar una carnicería”, ha afirmado.

Al francés le preocupa el hecho de que los neumáticos usados estén tan fríos que no tengan apenas agarre y puedan provocarse muchos accidentes. “Podrías perder el coche en la recta. Sinceramente, no me divirtió mucho y el hecho de subir y bajar marcha era muy difícil”, ha explicado tras las diferentes pruebas realizadas en los test de Barcelona.

Ante las críticas, Charlie Whiting, director de carrera de la Fórmula 1, cree que esas preocupaciones son infundadas. “Ningún piloto me ha hablado al respecto. Me parece un comentario extraño (refiriéndose a Grosjean), porque todos ponen neumáticos nuevos cada vez que hay una bandera roja, así que no estoy demasiado preocupado”, ha sentenciado el británico.

Por otro lado, achacó el poco agarre en los test de pretemporada, celebrados en el Circuit de Barcelona-Catalunya, a las condiciones de la pista así como al hecho de no haber cambiado a neumáticos nuevos porque se trataba de un procedimiento rápido.