Cuatro años han pasado desde que debutara con la escudería italiana, Toro Rosso, formando parte del programa de jóvenes pilotos de Red Bull, el programa que llevó a Vettel a formar parte de la historia de esta competición. De esos cuatro años, prácticamente ha pasado tres temporadas con la escudería de Faenza, ya que el año pasado decidió dar uno de los saltos más importantes y atractivos de su trayectoria.

Cansado de esperar una oportunidad que nunca llegó por parte de Red Bull, Sainz decidió buscar otra salida en la Fórmula 1. Tras un año como compañero de Verstappen en Toro Rosso, Sainz fue testigo de cómo el holandés se hacía con el puesto que dejaba vacante Daniil Kvyat en 2016 a partir del GP de España, y eso motivó al español.

La mejoría y la madurez que tuvo Carlos Sainz a raíz de ese instante fue sobresaliente. El madrileño pasó a ser uno de los pilotos más queridos por la mayoría de los equipos, y se consagró como uno de los talentos más atractivos para las escuderías, solo que la llamada de Red Bull o de un equipo puntero nunca llegó. En el año de su debut se vio superado por su compañero Verstappen, pero en 2016, el testigo lo tomó bien, y batió con creces a su compañero Kvyat.

Ese crecimiento del '55' fue el que le hizo ser uno de los candidatos al asiento que dejaba libre Nico Rosberg en Mercedes tras la consecución del Mundial de Pilotos en 2016 y su posterior y sorprendente retiro. Sainz tenía la oportunidad de llegar a un equipo ganador, pero esa llamada nunca llegó, y el elegido para suplir al alemán fue Valtteri Bottas.

2017: la consagración de Carlos Sainz

Sin embargo, el año pasado, la temporada 2017, fue la consagración de Carlos Sainz. El piloto español consiguió superar a Daniil Kvyat en todas las carreras que ambos terminaron, exceptuando Monza, hasta que tras dos abandonos en Malasia y Japón dejó Toro Rosso para marcharse en una especie de cesión a Renault, con quien terminaría las cuatro carreras finales del Mundial sin mucho éxito, ya que fue séptimo en USA, undécimo en Brasil y abandonó en México y Abu Dhabi.

Sainz acabó en 2017 doce de los 20 grandes premios, y se convirtió en un habitual en los puntos, ya que solo se quedó fuera de ellos en dos carreras. Venció a su compañero, hasta tal punto que Kvyat fue sustituido a final de temporada en varias ocasiones, hasta acabar de perder su asiento definitivamente. Además consiguió en Singapur un cuarto puesto histórico para Sainz, cuando mejoró su mejor posición, sexto, y demostró su firmeza en una carrera loca.

Carlos Sainz ha progresado desde su inicio considerablemente: la primera temporada fue 15º, la segunda temporada 12º, y la pasada temporada, acabó 9º en el Mundial, siendo el mejor de los mortales [sin contar a Force India, cuya temporada fue prácticamente perfecta]. La madurez y solidez que ha mostrado Sainz le ha formado como piloto, y ha demostrado merecer un puesto en una escudería con objetivos y posibilidades más ambiciosas, por lo que se presenta este nuevo año como una oportunidad importantísima.

Llega a Renault con la ilusión del primer día, y las ganas de romper las barreras para demostrar que es uno de los mejores pilotos en la parrilla. Tiene ante sí un 2018 en el que tendrá que demostrar que puede batir a su compañero, Nico Hülkenberg, y ser uno de los posibles candidatos a ocupar uno de los asientos libres que dejarán las escuderías más fuertes del campeonato, o por consiguiente continuar en Renault si el proyecto verdaderamente es ambicioso.

Carlos Sainz en el box antes de una carrera / Foto: Getty Images Europe
Carlos Sainz en el box antes de una carrera / Foto: Getty Images Europe

Buenos test de Barcelona

La pretemporada de Carlos Sainz ha sido buena. Los test realizados entre la última semana de febrero y las dos primeras de marzo han sacado pequeñas, pero ciertas conclusiones sobre el rendimiento que puede tener Renault para este 2018. Muchos de los ingenieros de los equipos, periodistas y demás expertos colocan a la escudería francesa como la cuarta mejor, siendo por así decirlo, 'la primera del medio'.

Carlos tiene un coche más competitivo que los otros años, y en los test de Barcelona, el mejor tiempo del equipo lo marcó él, deteniendo el crono en 1'18" con neumático hiperblando. El ritmo de Carlos ha sido bueno tanto en tandas largas y cortas, pero habrá que esperar a Australia para poder sacar mejores conclusiones.

Madurez y constancia, puntos fuertes

Los puntos fuertes que ha mostrado Carlos desde su debut, ha sido la madurez que tiene a la hora de afrontar una carrera, a pesar de ser de los más jóvenes de la parrilla, con tan solo 23 años. Esa madurez le ha llevado a ser sólido y valiente a la hora de realizar los ataques o adelantamientos, conoce a los rivales, y saca lo mejor y el mayor rendimiento del monoplaza en cada carrera. La constancia en el ritmo de carrera es otro de los puntos a tener en cuenta, además del buen entendimiento de la mecánica del coche y lo positivo que resulta para los ingenieros, es un gran trabajador.

Pocos son los puntos débiles que se le pueden achacar al madrileño, pero uno puede ser la "inexperiencia" que puede tener a la hora de codearse habitualmente con los rivales más fuertes del campeonato. Llega a Renault habiendo pasado tres temporadas en un coche de mitad baja de la parrilla, y batirse en duelo con rivales del pelotón. El otro punto débil que puede afectar para esta temporada es el temor a hacerlo mal sabiendo de la presión que va a tener que hacer frente en esta temporada si quiere aspirar a un buen asiento para 2019.

Su compañero Nico Hülkenberg será el rival a batir

El principal rival al que tendrá que hacer frente Carlos Sainz esta temporada será su compañero de equipo Nico Hülkenberg. El alemán es uno de los pilotos más rápidos y completos del Mundial, además de ser uno de los que mayor nivel tiene en la parrilla, aunque todavía no se ha visto el potencial que tendría con un coche más potente.

Los demás rivales que puede tener en esta temporada aún están por determinar, pero si se pueden sacar pequeñas conclusiones de los test, tanto Force India como McLaren serán los equipos que pueden hacer frente a Renault esta temporada.

Carlos Sainz compartirá equipo con el alemán campeón de las 24 Horas de LeMans, Nico Hülkenberg, que correrá su octava temporada en la máxima categoría de automovilismo. Desde que Max Verstappen se distanciara de Sainz en 2016 con su subida a Red Bull, Hülkenberg ha demostrado ser un rival fuerte y difícil de batir, por lo que volverá a tener dentro de su propio equipo a un rival a batir.

La experiencia es lo que más distancia a Hülkenberg de Sainz, y eso le va a venir muy bien al madrileño para seguir creciendo dentro de la F1. De pasar de tener a su lado a una joven promesa con las mismas aspiraciones que él (ascender al equipo grande) pasa a estar al lado de un piloto experimentado, fuerte, rápido y que seguramente le sirva de ayuda y motivación extra a la hora de afrontar un Gran Premio.

Se pudieron ver cuatro carreras en las que compartieron ya filas, pero esta temporada es la que se podrá demostrar la química que puedan tener ambos, o si por el contrario, no congenian. Hasta el momento, la tensión ya ha comenzado y la presión para ambos también, pero es una presión buena y motivadora, que les hará crecer a los dos. Es una de los duelos más atractivos para esta temporada.

En definitiva, Sainz se enfrenta a un gran reto, y tiene ante él su futuro. Este año puede ser determinante para un 2019 prometedor, aunque como él ha afirmado, solo piensa en 2018 y en Renault.