La situación en Cataluña es insostenible por la situación política que vive esta Comunidad Autónoma que lleva sin presidente de la Generalitat desde octubre del año 2017. Esto también afecta a la Fórmula Uno y más concretamente al Circuit de Barcelona-Catalunya.

La próxima temporada de la categoría reina podría ser la última que se corra en Montmeló, ya que su contrato vence tras esa carrera. Tanto el circuito como Liberty Media quieren seguir su relación, Chase Carey ya admitió en 2017 que quería una relación a largo plazo con la ciudad española.

Las negociaciones por la renovación necesitan un interlocutor que pertenezca a la Generalitat, porque la administración catalana ejerce de avalista para el GP de España e inyecta cerca de 7,5 millones de euros para la financiación de la instalación y el pago del canon.

Según La Vanguardia, el Circuit ha diseñado un plan para dejar de ser deficitario en un plazo de tres o cuatro años. Ese plan depende necesariamente de la Fórmula 1, pues en ella reside gran parte del prestigio y finanzas de la instalación. Liberty estaría dispuesta a compartir, con los trazados, una porción de los ingresos por publicidad, según informa el mismo rotativo.

El Ayuntamiento de Barcelona también avala este evento, ya que aporta 2,5 millones de euros por año. Es por eso, que desde el año 2012 adoptó el actual nombre de Circuit de Barcelona-Catalunya.

Si el circuito finalmente no pudiera renovar se pondría fin a 28 años de historia, en los cuales Montmeló hubiera visto carreras de Fórmula Uno. El primer Gran Premio tuvo lugar en el año 1991, donde Nigel Mansell salió ganador a bordo del Williams-Renault.

El Rey de este circuito es el gran Michael Schumacher con cinco victorias en su haber. También, este circuito ha podido vivir dos victorias de un español, Fernando Alonso, una con Renault en el año 2006 y otra con Ferrari en 2013.