Se presenta el cuarto Gran Premio de la temporada para McLaren. Un Gran Premio que viene marcado por ser el último con el que el coche contará con el chasis actual, que se ha definido como un híbrido entre el chasis de 2017 y el definitivo chasis de 2018 que se montará en el Gran Premio de España, próxima parada del mundial tras Azerbaiyán.

Los problemas de sobrecarga aerodinámica, que provocan una velocidad punta muy baja en el coche diseñado en Woking, auguran un Gran Premio complicado para ellos, pues el circuito urbano de Bakú cuenta con varias rectas, siendo la principal la más larga de todo el campeonato, con 2.100 metros de longitud.

Fernando Alonso

Llega en plena forma y el adelantamiento a Vettel en China supone un extra en la motivación del español, que ya de por sí es siempre alta. Sexto en el mundial, el asturiano ha mostrado tener un ritmo en carrera superior al de todos sus rivales, lo que le ha permitido siempre compensar el deficit de la lentitud del coche a una vuelta.

En Bakú el chip de Alonso se mantendrá como hasta ahora y espera volver a dar la sorpresa en carrera, algo que podría darse si la carrera en Azerbaiyán mantiene las dosis de caos que tuvo la pasada temporada, cuando Lance Stroll terminaba en el podio tras una carrera absolutamente loca repleta de incidentes y polémicas de todo tipo.

Este año el McLaren con motor Renault tendrá más oportunidades que el pasado, que terminó con el español en una digna novena posición: “Sabemos cuáles son nuestras limitaciones y dónde tenemos que mejorar nuestro paquete y, aunque llevemos piezas nuevas a todas las carreras, no esperamos un cambio radical en nuestro rendimiento en Bakú. Aun así, estamos aprendiendo más y más sobre el comportamiento de nuestro coche cada vez que nos sentamos al volante, y en Azerbaiyán vamos a maximizar todo lo que tenemos como siempre para conseguir todos los puntos posibles”.

Foto: @McLarenF1

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Stoffel Vandoorne

El Belga, al igual que su compañero, esta cuajando una temporada con un gran nivel en carrera. Siempre a la sombra de Alonso, el prometedor piloto es consciente de que será un Gran Premio complicado y espera con ansias el nuevo chasis que les permita estar a la par con los equipos punteros de la parrilla.

El pasado año consiguió terminar 12º tras la locura vivida en el circuito, únicamente por delante de Romain Grosjean y por detrás de los dos Sauber. Un resultado que muestra el nivel del monoplaza del año pasado y que espera remediar este fin de semana, con un coche que se mantiene con problemas en las rectas pero que tiene un ritmo muy superior al obtenido cuando era motorizado por Honda.

La esperanza de Stoffel se encuentra en revivir una carrera accidentada y poder aprovecharse de ello: "El circuito de Bakú es bastante complicado, pero también es una pista que se disfruta y es supone un reto para los pilotos. Literalmente pasas por el centro histórico de la ciudad, fue una experiencia realmente buena el año pasado. Adelantar es complicado en esas calles estrechas", dijo. "Dicho esto, vimos de todo menos una carrera a en fila india el año pasado y esperamos sacar beneficio de cualquier cosa que pase en esta pista el próximo fin de semana. El año pasado fue difícil, ya que la única oportunidad real de adelantamiento es al final de la larga recta y será difícil para nosotros, pero vamos a ver qué podemos hacer con el MCL33".

Foto: @McLarenF1

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