El piloto de Toro Rosso, Brandon Hartley, sufrió un fuerte accidente en los terceros entrenamientos libres del Gran Premio de España. El impacto no solo afectó a las posibilidades de clasificar para la carrera de Harltey, sino que también puso en jaque el desarrollo de la temporada para el piloto de Nueva Zelanda. Tras el impacto, Honda, el suministrador de motores de los de Faenza, tuvo que montar el tercer MGU-H.
El problema con el cambio de la unidad de potencia es que acerca a Hartley y a Honda a ser el primer equipo en 2018 en hacer frente a una penalización de motor, ya que el siguiente MGU-H, Hartley ya será el cuarto. El devenir de Honda ya se complicó en la primera carrera de la temporada en Australia, cuando, mucho antes de lo previsto, tuvieron que cambiar este componente del motor. Aunque estén con un equipo diferente la debilidad de Honda sigue siendo la misma, la fiabilidad.
Los nipones ahora están intentando estudiar cómo actuar, pero su director técnico, Toyoharu Tanabe ha admitido que están llenos de incertidumbre: “Pensamos en algunas opciones. Vamos a comprobar la unidad de potencia dañada, pero parece que tiene muchos daños, así que Honda evaluará sus opciones en la parte de la unidad de potencia y luego, vamos a poder trabajar con el equipo en cómo gestionar la situación. ¡No sabemos qué pasará en la próxima carrera!”, ha contado el nipón ha Motorsport.com.
Hartley tendrá que penalizar cuando Honda traiga una mejora
El principal problema es que Honda todavía no ha traído ninguna nueva mejora y en algún momento del año lo hará. Los japoneses han puesto sobre la mesa el Gran Premio de Canadá, pero una mejora implicará una sanción para Hartley, ya que, seguramente tendrán que cambiar el MGU-H. El piloto de Nueva Zelanda cuenta que todavía no ha pensado en ese momento, pero seguro que no le pondrá las cosas fáciles en una temporada que no ha arrancado de la mejor manera para él.