Sergey Sirotkin ha debutado esta temporada en la máxima categoría del automovilismo mundial, Su estreno en la Fórmula 1 ha sido en una de las escuderías más prestigiosas de la historia de la categoría, que en estos momentos afronta uno de sus peores inicios en toda su historia.

Hablamos de la escudería Williams que en estas 5 primeras carreras del año, ha ratificado los presagios que la perseguían desde los test de pretemporada en Barcelona. Según palabras del propio Robert Kubica, piloto probador del equipo de Grove “Un coche bastante difícil de pilotar”.

El comienzo de la temporada del piloto ruso en Australia fue para olvidar, 19º en clasificación y en la vuelta 6 tenía que abandonar por un problema en los frenos en su Williams. En el desierto de Bahrein las cosas mejoraron un poco, aunque suele ser un circuito que se les da bien al equipo británico, Sirotkin clasificó 18º y terminó la carrera 15º con una vuelta perdida.

En China volvió a mejorar sus resultados clasificando 16º y volviendo a acabar 15º pero esta vez sin ser doblado. Pero fue en el circuito urbano de Bakú donde estaba firmando su mejor Gran Premio de la temporada clasificando 12º, aunque  en parrilla se colocó 11º por la sanción de 5 puestos a Hulkemberg, pero el destino le esperaba en la curva 2 donde se tocó con el mexicano Checo Perez y en la recta siguiente, se vió envuelto en el polémico choque entre Hulkemberg y Alonso que le pillo en medio de ambos, y perdió una de las ruedas delanteras diciendo adiós a la carrera.

Sergey despues del accidente en Bakú | Fuente: Dan Istitene
Sergey despues del accidente en Bakú | Fuente: Dan Istitene

Este continuo progreso en carrera pero sobre todo en las sesiones de clasificación se debe al duro trabajo que hace Sirotkin en la fábrica de Williams, trabajo que no pasa desapercibido ante los ojos de la subdirectora del equipo Claire Williams: "No se trata solo de trabajar en el simulador, camina por la fábrica y se relaciona con la gente en el taller", afirma Claire del día a día de Sirotkin en la fábrica. "Es un logro en sí mismo cuando eres nuevo, y ahora hay entre 500 y 600 personas en Williams. Creo que es muy especial".

En palabras del propio piloto ruso sobre su trabajo: "Es muy, muy difícil y, a veces, es completamente rotundo. Pero, al mismo tiempo, es mi elección”, dice. "Si quisiera, podría pasar tres veces menos tiempo en la fábrica y aun así gestionar todo lo que estoy obligado a administrar”, finaliza Sergey. "Esto es más sobre mi deseo personal. Quiero estar allí y ayudarlos tanto como pueda".