El trompo en la carrera de Australia, accidente en la clasificación y chocó contra Lewis Hamilton el fin de semana de Baréin, choque con Sebastian Vettel en China, choque contra Daniel Ricciardo en Bakú, puso en peligro la carrera de Barcelona tras un toque doblando a Lance Stroll y el accidente en los terceros entrenamientos libres de Mónaco que le dejaron sin clasificación. Estos son los errores que ha tenido Max Verstappen en las primeras carreras del 2018, es por ello que muchos se estén preguntando lo siguiente: ¿apartará Red Bull a Max Verstappen?

Red Bull debe separar el querer del deber (Hugo Sánchez-Gavito Sierra@HugoSanchezW12)

Antes de nada hay que recordar que por menos echaron a Daniil Kvyat de la órbita Red Bull. Kvyat, ahora tercer piloto de Ferrari, en 2016 pasó de hacer un podio (y cerca de sumar otro en su casa, Rusia, si no fuera por un accidente en la primera vuelta con Sebastian Vettel) a bajar a Toro Rosso casi de la noche a la mañana.

Es una cuestión de tener la misma vara de medir y separar el querer del poder y del deber. Por poder, se ha visto que pueden hacer lo que quieran; ¿deben? Recordemos a Kvyat, por lo tanto, sí; y por último, ¿quieren?, no. No quieren bajarle a Toro Rosso porque significaría el fin de una joven promesa, alguien que ha batido unos cuántos récords de precocidad y a quien le consideraban, el nuevo Ayrton Senna, antes y durante su etapa en Toro Rosso.

Kvyat no tuvo tantos fallos garrafales como Verstappen los está teniendo este año. En Australia mientras perseguía a Kevin Magnussen trompeó y perdió varias posiciones. En la Q1 de Baréin se estampó contra las protecciones, después en la carrera chocó contra Lewis Hamilton. En la carrera de China el turno fue de Vettel, mientras Daniel Ricciardo ganaba, él se tocó con Seb. En Azerbaiyán, el accidente en la recta de meta contra su compañero de equipo; en España al finalizar el coche de seguridad virtual rompió un "emplate" del alerón delantero en una colisión con Lance Stroll; y en Mónaco se estrelló contra las protecciones en los terceros entrenamientos libres. Y sólo esto fue en 2018.

Es una cuestión de tener la misma vara de medir y separar el querer del poder y del deber

Nadie tiene ni la más mínima duda de que Verstappen es un joven con mucho talento, al igual que Hamilton, Ricciardo, Fernando Alonso o Carlos Sainz, por nombrar a unos pocos pilotos, pero nadie, hasta ahora y salvo Romain Grosjean, ha cometido tantos errores por carrera y en lo que se ha disputado de temporada.

Red Bull debe separar el querer del deber. Están utilizando una vara de medir diferente, por lo tanto, sí deben apartarle. Subir temporalmente a Pierre Gasly o Sainz (que es una pieza de recambio de los austríacos, lo pone en su contrato) y dejar que se relaje. Es inaceptable esta situación. Con todos los respetos a Grosjean, es un buen piloto, en su momento aprovechó el coche que tenía para subirse al podio, pero está en la misma situación. A estas alturas no ha sumado ningún punto con el coche que tiene. Magnussen le lleva 19 puntos de ventaja. Y la diferencia Verstappen-Ricciardo es una barbaridad, 32 puntos, el australiano tiene algo más del doble de puntos.

Por lo tanto, Verstappen tiene que ser apartado de Red Bull, al menos temporalmente. Luego, como se suele decir, “ya veremos”. Verstappen es capaz de hacer un fin de semana perfecto, sin errores ni complicaciones, pero cuando entra en ese estado de nerviosismo, Mad Max le pueden llamar.

Para ya finalizar, decía recientemente una persona, Pablo de Villota, que la mejor medicina para algunos pilotos es un psicólogo. Ponía el ejemplo de Dani Sordo, piloto español de rally, es una persona con talento pero el momento en el que siente presión, se diluye. Es cuestión de fortaleza mental.

Choque entre Max Verstappen y Daniel Ricciardo en el GP de Azerbaiyán | Foto: @F1
Choque entre Max Verstappen y Daniel Ricciardo en el GP de Azerbaiyán | Foto: @F1

Red Bull mantendrá a Verstappen (Christian Redondo Estévez - @chr7_97)

Desde antes del 2015 (año de su debut en Fórmula 1) la llegada del niño prodigio al seno de Red Bull estaba más que pronosticada. Un joven holandés quemaba etapas y batía récords de precocidad en las categorías inferiores a la Fórmula 1. De hecho, tan solo dos años antes seguía compitiendo en karting, donde se proclamó campeón del mundo de KZ1. Anteriormente había ganado ya el campeonato de Europa de dicha categoría, la WSK Master Series en la clase KF2, la WSK Euro Series, y la Serie Mundial WSK, entre otros. Todas ellas con un denominador común, arrasó. El año 2014 fue el primer y único año de Vertsappen en monoplazas, donde quedó tercero con tan solo 16 años, por detrás de otro conocido de la parrilla, Esteban Ocon. Ese mismo año se convirtió en el piloto más prometedor del programa de jóvenes pilotos de Red Bull.

La temporada 2015 fue la de su ingreso en la Fórmula 1, en sustitución de Jean Véric Vergne y como compañero de la otra estrella del programa de jóvenes pilotos, Carlos Sainz. Verstappen se convirtió en el piloto más joven en disputar un GP de Fórmula 1 y el piloto más joven en puntuar, además de conseguir dos veces con sendos cuartos puestos el mejor resultado de Toro Rosso desde la época de Sebastian Vettel.

Max es el mayor talento en años, su velocidad, su capacidad para adelantar y para buscar los límites, y eso en Red Bull lo saben

La temporada siguiente fue la de su consagración, a la cuarta carrera Red Bull decide subirle de Toro Rosso en detrimento de un denostado Daniil Kyviat. En Barcelona se convertiría en el piloto más joven de la historia en ganar una carrera en la categoría reina. La temporada pasada Max tuvo muchos problemas de fiabilidad que no le dejaron brillar como en sus dos temporadas anteriores.

El dilema ha llegado con el comienzo de esta temporada, Verstappen partía como el piloto mejor preparado del equipo, el niño de los ojos de Helmut Marko, pero sus continuos errores han provocado reprimendas al piloto holandés de todos los directores del equipo. Mientras tanto, Daniel Ricciardo, que parecía más fuera que dentro del equipo, ha recobrado esa fuerza que le hizo ganar a todo un tetracampeón del mundo como Sebastian Vettel, y de paso, mojarle la oreja a Verstappen.

La pelota está en el tejado del equipo de la bebida energética, pero a pesar de los continuos rumores acerca del futuro de Verstappen, las sensaciones parecen indicar que habrá Max para rato. Es el buque insignia de Red Bull, como lo fue en su día Vettel, se ha apostado todo por él, y se le permiten cosas que a otros muchos no. Verstappen vale todo el esfuerzo y las esperanzas que Red Bull ha depositado en él, tan solo debe canalizar esos impulsos tan característicos de él que le están haciendo tanto daño esta temporada.

Max es el mayor talento en años, su velocidad, su capacidad para adelantar y para buscar los límites, hacen de él uno de esos pilotos especiales, de esos que hacen época, y eso en Red Bull lo saben.

Max Verstappen en el pasado GP de Mónaco | Fuente: GettyImages
Max Verstappen en el pasado GP de Mónaco | Fuente: GettyImages