Esta mañana se lanzaba la gran bomba que ha puesto fin a los rumores del paddock: Honda será el proveedor de motores de Red Bull en la temporada 2019.

La situación se ha precipitado después de que Red Bull haya despotricado del proveedor francés y este les haya lanzado un ultimátum de cara a la próxima temporada. El equipo austriaco habría preferido lanzar la exclusiva después del Gran Premio de Francia (casa de Renault), pero la exigencia de los franceses ha adelantado los acontecimientos.

Helmut Marko reconoce estar muy contento con Honda y con su desarrollo y progreso en el Toro Rosso. Los buenos resultados (mejores de lo esperado) puso la balanza a favor de los nipones.  El jefe de Red Bull sentencia: “El trato con Honda es extremadamente positivo para nosotros en todos los sentidos: deportivo, técnico y financiero”.

Toro Rosso quiere continuar también en 2019 con los motores Honda, por lo que el proveedor nipón tendrá, por primera vez desde 2008, dos equipos de Fórmula 1. Los japoneses se muestran dispuestos a llevar a cabo el reto que supone esta nueva noticia pues contarán con el doble de datos que ahora y esto les puede ayudar a mejorar.

Tras doce años de relación, Red Bull y Renault separan sus caminos. El recorrido ha estado lleno de alegrías, como los cuatro mundiales de Sebastian Vettel, y de reproches, como el no haber estado a la altura en los últimos años.

A Renault le favorecía Red Bull y lo echará en falta. El hecho de que su propio equipo y McLaren estén lejos de ganar carreras y plantar cara a los de arriba perjudicará a los franceses.

Red Bull no sufrirá tanto las consecuencias. Su chasis, extremadamente bueno, es una de sus mejores bazas. La presión pública hacia ellos será más que palpable en la casa de los que ya no serán sus proveedores. Habrá que esperar hasta el inicio del próximo campeonato para saber si la decisión ha sido la correcta

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