Brendon Hartley, el piloto de Toro Rosso, llegó a la Fórmula 1 cuando Carlos Sainz abandonó el equipo y obtuvo un asiento en Renault, también cuando Honda pasó a motorizar a Toro Rosso y Renault a McLaren. El neozelandés fue campeón de las 24 Horas de Le Mans en 2017, carrera que se disputó el fin de semana pasado y que terminó con la victoria del #8 de Toyota, conducido por Alonso, Buemi y Nakajima. Hartley también fue campeón del Mundial de Resistencia, el WEC, en el año 2015. 

Muchos han puesto en duda la continuidad de Hartley en Toro Rosso de cara a la próxima temporada, aunque ha asegurado que está centrado en su trabajo en Fórmula 1 y en mejorar día tras día. Sobre las 24 Horas de Le Mans, el neozelandés dijo que no pudo ver la carrera, pero le dio mucha pena no poder estar allí, ya que es la primera vez en varios años que no está en el circuito. También quiso felicitar a Toyota por su triunfo, y reconoce que su compañero en la parrilla de Fórmula 1 realizó una buena actuación y se merecía la victoria.

El piloto de Toro Rosso no quiso dar su opinión sobre la victoria de Toyota frente a ocho monoplazas LMP1 privados, ya que este era el único híbrido; además, tampoco tuvieron rivales fuertes, por la salida de Audi y de Porsche. Sin embargo, Hartley sabe que Le Mans es una carrera difícil y que ambos prototipos japoneses lucharon hasta el final. "Es una carrera dura y estoy seguro de que ambos coches estuvieron apretando todo el rato para batirse", continuó diciendo. También tiene claro que aunque Toyota fuera algo conservadora, todos los pilotos hicieron su trabajo de la mejor forma posible para ganar.

"Puedo imaginarme compaginando la F1 con el WEC, no digo el año que viene", añadió. Y también confesó que tiene envidia de que Fernando Alonso pueda compaginar ambas competiciones, ya que es un gran logro. "Estará cansado ahora, pero es un gran reto para él. Me quito el sombrero", concluyó. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
Ángela Merino Sánchez
Estudiante de periodismo en la URJC. Amante de la Fórmula 1.