Con Red Bull ansioso por qué Honda logre el mayor progreso posible antes del próximo año, hay posibilidades para que el fabricante japonés impulse más actualizaciones de motores en 2018, a pesar de que eso podría significar una sanción para los pilotos de Toro Rosso en forma de puestos de penalización en la parrilla de salida.

Aun así, el jefe de equipo de Red Bull, Christian Horner, dice que aunque Honda pueda probar mejoras, eso debe equilibrase con la necesidad de Toro Rosso de terminar bien en el campeonato de constructores. La escudería filial de Red Bull se encuentra ahora mismo en octavo lugar en el mundial de constructores, 29 por debajo de McLaren pero tan solo tres por encima de Sauber.

El jefe de equipo de Red Bull dio más datos sobre el no sacrificar a Toro Rosso: "Dudo mucho que sacrifiquemos a Toro Rosso para ayudar a Honda, pero obviamente hay oportunidades para aprender en beneficio del grupo que en última instancia Toro Rosso se beneficiará también. Eso es algo que todavía permanece abierto pero por supuesto Toro Rosso tiene su propia pelea con los constructores con los que están compitiendo, eso obviamente tiene un gran valor para ellos." 

Honda introdujo una mejora en el Gran Premio de Canadá pero parece que no ha producido un drástico avance en el motor y también ha habido bastantes problemas de fiabilidad. Sin embargo, Horner no está preocupado por la situación y cree que el rendimiento final del motor ha cambiado debido a que las características de la pista obligan a Toro Rosso a sacrificar su carga aerodinámica. 

Por último, Horner apoyó los objetivos de su nuevo proveedor japonés: "Parece que Honda está en la trayectoria correcta, parece que todos sus objetivos y metas son correctos y esperamos trabajar con ellos de una manera mucho más colaborativa a medida que nos adentramos en esta nueva relación con ellos."