El 2013 se presentaba como un año ilusionante para la escudería que dirige Sir Franck Williams. Pastor Maldonado terminó la pasada temporada con una sequía que se prolongaba ya siete años. Algunas buenas actuaciones del piloto venezolano auguraban un año ilusionante para los ingleses. Al menos el punto de partida era más halagüeño que en anteriores ocasiones.

Desde Williams se apostó por una renovación en la estructura de equipo. Así, Xevi Pujolar ascendió a jefe de ingenieros y Claire Williams a jefa de equipo adjunta. El asiento que dejaba libre Bruno Senna fue ocupado por Valtteri Bottas, un rookie con muchos kilómetros de pruebas a sus espaldas. Los grandes resultados en las primeras jornadas de test mostraron a la escudería de Grove como una de las posibles revelaciones del año. Fue una sensación efímera, propia de la pretemporada. El inicio del curso en Australia situó a Williams en la parte baja de la parrilla. Solo por delante de Caterham y Marussia, que fueron las únicas escuderías que no lograron puntuar.

El rendimiento del FW35 no fue el esperado, un ejemplo de ello es que hubo que esperar al Gran premio de Canadá para ver un Wiliams clasificado entre los 10 mejores de la parrilla. Valtteri Bottas aprovechó el caos propiciado por la lluvia para finalizar en una magnífica tercera posición. La carrera fue otro asunto, y el finlandés se vio relegado a la mitad de la parrilla muy lejos de los puntos. El primer punto de la temporada se consiguió en Hungría. Maldonado llevó su monoplaza hasta la décima posición.

Nada cambió a la vuelta del verano. Para que los Williams puntuaran se necesitaban carreras impredecibles y muchas variaciones. Ni en Spa, ni en Monza sucedió algo que se saliera del guión. Los bólidos ingleses hicieron apenas podían competir con los Toro Rosso, escudería que logró sumar 28 puntos más. El Gran Premio de las Américas supuso la mejor actuación a lo largo de la temporada. Bottas terminó la carrera en la octava posición. Los cuatro puntos del finlandés impidieron que esta fuese la peor sesión en la historia de Williams. La última carrera en Brasil siguió la tónica habitual de todo el año. Para entonces Maldonado ya estaba más centrado en buscar asiento para 2014, tras conocerse que su puesto lo ocuparía Felipe Massa. El piloto venezolano llegó incluso a acusar de sabotaje a su propio equipo. Un feo final a una trayectoria de tres años en la escudería. Williams despidió en Interlagos una temporada nefasta, en la que repitieron la puntuación de 2011.

ANÁLISIS RENDIMIENTO: PASTOR MALDONADO Y VALTTERI BOTTAS

El piloto venezolano empezaba su tercera temporada en Williams como un teórico jefe de filas con un objetivo claro: reafirmar su pilotaje y demostrar, de una vez por todas, hasta dónde llegaba su talento al volante, despejando las dudas que dejó durante el 2012. Ese año, si bien el venezolano lograba su primera victoria, y la primera del equipo británico desde el GP de Brasil de 2004, su pilotaje se mostró demasiado errático, e incluso peligroso en ocasiones. Varios pilotos llamaron entonces la atención acerca del peligro que para ellos suponía que Maldonado estuviese en pista. Por ello, se esperaba que el de Williams diese un golpe sobre la mesa, confirmando así su condición de piloto por derecho propio.

Sin embargo, la temporada empezó de una manera desilusionante, con un coche que estaba lejos del rendimiento que había mostrado la anterior campaña, y que era difícil, incluso, de hacer entrar en Q2. El venezolano tuvo que bregar con un coche difícil, y con un compañero de equipo que, pese a su juventud e inexperiencia le acabó batiendo de manera bastante regular en calificación y algo menos frecuentemente en carrera.

Su único punto lo logró en el GP de Hungría, debido al abandono del coche que rodaba en décima posición en ese momento, lo que permitió a Maldonado, que iba en undécima posición, llegar a los puntos, que fueron también los primeros de Williams esta temporada. Un escaso botín tras un 2012 que prometía mucho, y que dejaba a Maldonado con un amargo sabor de boca por la ardua travesía en el desierto que fue la temporada 2013.

Instigado por esto, y con el patrocinio de PDVSA bajo el brazo, el venezolano decidió abandonar el equipo que le dio su primera oportunidad en F1 para recalar en Lotus como sustituto de Kimi Raikkonen, buscando mejores horizontes para su futuro. Tras tres años en F1, se esperaba mucho más del venezolano: se cargaba el peso técnico del equipo y el desarrollo del coche a sus espaldas, y el resultado ha sido francamente decepcionante. Al bucle de caída de rendimiento experimentado por Williams en la última década se le sumó la incapacidad técnica del piloto para desarrollar el monoplaza, lo que desencadenó un año de calamidades, acabando el año en el antepenúltimo lugar de la tabla de constructores, tan solo por delante de Caterham y Marussia.

Por otro lado, su fichaje por Lotus levantó una auténtica polvareda mediática en torno al patrocinio de PDVSA, que más que una ayuda para el venezolano, en ocasiones parece un verdadero estigma que le señala como ‘piloto de pago’ e impide que pueda demostrar su verdadero talento. Tal vez la temporada que viene, estando en un equipo competitivo, su valía como piloto pueda dejar de quedar en entredicho y el venezolano demuestre, de una vez por todas, de lo que es capaz.

Por su parte, el piloto finlandés fue el elegido para sustituir a Bruno Senna en Williams. Bottas conocía la escudería, no en vano había realizado varias jornadas de entrenamientos libres en la temporada 2012. El número 17 le otorgaba a priori el status de segundo piloto. En el cómputo global de la temporada sus actuaciones fueron más brillantes que las de su compañero: sumó más puntos, y obtuvo un tercer puesto como mejor puesto en clasificación. Valtteri Bottas se marcaba este primer año como piloto oficial en la F1 a modo de aprendizaje, aunque a juzgar por sus actuaciones se podría decir que este rookie venía ya con la lección aprendida.

Los 4 puntos conseguidos en el Gran Premio de las Américas permitió a su escudería igualar los números de la temporada 2011. Bottas ya había demostrado con anterioridad su calidad como piloto. Su excelente pilotaje en lluvia en la clasificación de Canadá le situó en la tercera posición de salida en el circuito Gilles Villeneuve. Por delante de pilotos más experimentados como Alonso, Hamilton o Raikkönen. Sin embargo las bajas prestaciones del FW35 a lo largo del año impidieron ver el verdadero potencial de Bottas. Su punto débil ha sido la batalla cuerpo a cuerpo en pista. En la última carrera tuvo que abandonar tras un toque con Lewis Hamilton en plena recta.

PREVISIÓN 2014

En Grove tienen confianza en el finlandés, y, ha sido renovado como piloto oficial de la escudería. Valtteri Bottas tendrá como compañero de equipo a Felipe Massa. Un piloto con muchos Grandes premios a sus espaldas. De nuevo Bottas comenzará la temporada a la sombra del paulista, que ha llegado con la vitola de jefe de filas. Ayudar a la puesta a punto del monoplaza para no repetir errores del pasado y mejorar sus números serán los objetivos de Bottas el siguiente año.

Análisis realizado conjuntamente con Pepe Cantó.

FOTOS: Zimbio