La Fórmula 1 vuelve por sexagésimocuarta vez al Autodromo Nazionale di Monza, hogar del Gran Premio de Italia desde el nacimiento de la categoría con la única excepción del año 1980, cuando este gran premio se trasladó a Imola. Con 12 carreras disputadas y a falta de 7 para el final del mundial, los equipos y pilotos se preparan para un nuevo fin de semana en el templo de la velocidad.

El campeonato

La escudería Mercedes, gran dominadora de la temporada, aterriza en Italia en medio de una auténtica guerra civil entre sus dos pilotos. El toque entre Rosberg y Hamilton en Bélgica, que arruinó la carrera del inglés, ha dinamitado las relaciones entre ambos y, con el mundial en juego, no parece que la situación vaya a mejorar en lo que resta de campeonato. Mientras tanto, Ricciardo sigue aprovechando al máximo sus oportunidades y con tres victorias, dos de ellas consecutivas en las últimas carreras, amenaza, desde la distancia, la supremacía de la escudería alemana.

Podio del pasado Gran Premio de Bélgica, en el que Ricciardo fue el vencedor I FOTO: f1aldía

El Gran Premio de Italia será, un año más, especial para Ferrari, ya que Monza es territorio rosso, y sin lugar a dudas buscará ofrecer a sus tifosi una buena carrera que compense, en parte, la gran decepción que han supuesto los resultados de la Scuderia esta temporada. Además, no se puede descartar que el equipo italiano realice, este fin de semana, algún anuncio importante como marca la tradición. Los rumores que envuelven el futuro de Fernando Alonso, cuarto clasificado en el mundial tras Rosberg, Hamilton y Ricciardo, podrían quedar esclarecidos en Monza.

Otro de los equipos que intentará dar lo mejor de sí en este Gran Premio será Williams. Propulsados por el potente motor Mercedes, la escudería británica sueña con alcanzar en Monza una victoria que redondee este 2014 tras los cuatro podios logrados por Valtteri Bottas en las últimas cinco carreras. El finlandés, quinto en el mundial, está superando ampliamente a su compañero, Felipe Massa, quien buscará resarcirse con una buena actuación.

Victoria de Fernando Alonso en el Gran Premio de Italia 2010 I FOTO: @InsideFerrari

​Un poco de historia

Construido en el año 1922, el circuito de Monza contaba en sus inicios con dos secciones distintas. Por un lado, un trazado de 5,5 kilómetros y de características muy similares al actual y, por otro, un óvalo de 4,5 km, que conformaban una pista de 10 kilómetros de longitud. A lo largo de la historia, ha sufrido numerosas modificaciones, la mayoría de ellas buscando más seguridad ante las grandes velocidades que se alcanzan sobre el asfalto.

Vista aérea del trazado de Monza I FOTO: formula1

De hecho, uno de los peores accidentes en la historia del automovilismo tuvo lugar en Monza en el año 1928, con la muerte del piloto Emilio Materassi y de 27 espectadores. Cinco años más tarde, en 1933, se modificó el trazado al acortar las rectas y agrandar las dos chicanes. En 1938 y 1939 se reasfaltó la pista y se agregaron nuevas tribunas, entradas y curvas. En 1955 se llevaron a cabo otra serie de reformas que dejaron el recorrido en 5,75 kilómetros, con una sección de curvas muy peraltadas.

Las continuas reformas del trazado italiano no evitaron posteriores tragedias. En el año 1961, Wolfgang Von Trips perdía la vida al mando de su Ferrari, lo que provocó nuevos cambios en las chicanes y en las escapatorias de Monza. Nueve años más tarde, Jochen Rindt, que llegaba líder del mundial, se estrellaba durante los entrenamientos del Gran Premio y fallecía, convirtiéndose así en el único campeón a título póstumo de la historia de la Fórmula 1.

Jochen Rindt, a bordo de su Lotus I FOTO: formula1passion.it

En 1972, 1974 y 1976 se añadieron nuevas chicanes con el objetivo de disminuir las velocidades puntas que alcanzaban los monoplazas. Pese a estas medidas, en 1978 el sueco Ronnie Peterson sufría un accidente que le costaba la vida y que obligaba a una nueva remodelación, estrechándose la recta de tribunas, en la que había tenido lugar el incidente. Hace 14 años se realizó la última gran reforma, al sustituir las dos primeras curvas por una chicane y retocar la conocida como Curva Grande, que pasó a denominarse Biassono.

Monza, hogar de Ferrari

La mayoría de los equipos que componen la parrilla de Fórmula 1 tienen el Gran Premio de su país marcado en el calendario con la esperanza de realizar un buen papel en casa, pero en el caso de Monza y Ferrari, esto alcanza una especial relevancia. Circuito y escudería están unidos por un vínculo muy especial y ferraristas de todo el mundo peregrinan al circuito italiano para rendir tributo a la Scuderia y a sus pilotos, así como disfrutar de una de las carreras más especiales en el mundo del motor.

Para un piloto de Ferrari es difícil superar lo que se siente al estar en lo más alto del podio y contemplar a todos los tifosi aclamándole desde el asfalto del trazado italiano. A lo largo de la historia, diez pilotos diferentes han conseguido triunfar en Monza pilotando un monoplaza rosso, dando un total de 18 victorias en casa a los de Maranello.

Podio del Gran Premio de Italia 2010, con los tifosi aclamando a los tres primeros clasificados | FOTO: BBC

Alberto Ascari, en 1951 y 1952; Phil Hill, en 1960 y 1961; John Surtees, en 1964; Ludovico Scarfiotti, en 1966; Clay Regazzoni, en 1970 y 1975; Jody Scheckter, en 1979; Gerhard Berger, en 1988; Michael Schumacher, en 1996, 1998, 2000, 2003 y 2006; Rubens Barrichello, en 2002 y 2004; y Fernando Alonso, en 2010, han sido los pilotos triunfadores en Monza a bordo de un Ferrari.

Pero no solo de victorias se alimenta la relación entre Monza y el equipo más laureado de la Fórmula 1, ya que, a lo largo de los años, ambos nos han dejado momentos que han entrado en la historia de este deporte. Sirva como ejemplo lo que sucedió en el Gran Premio de 1956, que cerraba la temporada. Juan Manuel Fangio y Peter Collins, pilotos de Ferrari, se jugaban el título con Stirling Moss, que conducía un Maserati. A falta de unas vueltas, Fangio se veía obligado a detener su monoplaza por problemas en la barra de dirección. El campeonato parecía acabado para el argentino, que estaba abocado a ver el desenlace desde el garaje.

Juan Manuel Fangio junto a su compañero Peter Collins | FOTO: dailymail.co.uk

Collins, por su parte, todavía tenía posibilidades de hacerse con el mundial, pero al detenerse para cambiar neumáticos y ver a Fangio fuera de su monoplaza, decidió ofrecerle su Ferrari en una muestra de respeto y admiración: "Siga usted maestro, yo soy joven y tendré tiempo de pelear otros campeonatos”. Gracias a este gesto del inglés, quien fallecería en el Gran Premio de Alemania de 1958 sin haber ganado ningún título, Fangio pudo alzarse campeón por cuarta vez. En total, han sido cuatro los pilotos que han ganado el campeonato en Monza con la escudería italiana. Al título de Fangio en 1956 hay que sumarle el de Phil Hill en 1961, el de Niki Lauda en 1975 y el de Jody Scheckter en 1979.

Así es el Autodromo Nazionale di Monza

Actualmente, el trazado, de 5.793 metros, está compuesto por once curvas y sigue siendo el circuito más rápido del mundial, con una velocidad media próxima a los 250 kilómetros por hora. Para este Gran Premio, se han dispuesto como otros años dos zonas de DRS. La primera, cuyo punto de detección se sitúa antes de La Parabolica, abarca la recta de meta. La segunda tiene el punto de detección antes de la curva 7 y se encuentra entre la Curva di Lesmo y la Variante Ascari.

Representación del Autodromo Nazionale di Monza I FOTO: ligafanasticaf1

Este año, la principal novedad se encuentra en la célebre última curva del circuito, La Parabólica, un largo viraje de derechas al que se llega tras una gran recta y en el que los pilotos tienen que encontrar el punto justo de trazada para no perder velocidad y salir con buena tracción. Para este Gran Premio se ha asfaltado la escapatoria, hasta ahora de gravilla, con lo que una hipotética salida de pista no tendrá, a priori, consecuencias tan graves como en ocasiones anteriores, cuando un pequeño error podía destruir cualquier intento de lograr una buena vuelta.

Durante la carrera, los pilotos recorrerán 306,72 kilómetros a lo largo de las 53 vueltas programadas. En cuanto a la configuración del coche, las largas rectas del circuito de Monza hacen necesaria una menor carga aerodinámica de los monoplazas para poder alcanzar velocidades puntas mayores, ya que más del 75% de la vuelta se recorre con el acelerador a fondo. Además, los pilotos se verán obligados a reducir rápidamente la velocidad antes de entrar en las curvas, con lo que los frenos estarán sometidos a una gran exigencia.

Michael Schumacher es el piloto que más victorias ha conseguido en este circuito a lo largo de la historia, con un total de cinco, seguido de Nelson Piquet, con cuatro. De la parrilla actual, solo Sebastian Vettel, en tres ocasiones, y Fernando Alonso, en dos, han conseguido repetir victoria. El récord de vuelta rápida en carrera pertenece al brasileño Rubens Barrichelo, que en 2004, a bordo de un Ferrari, paró el cronómetro en 1:21.046.

El año pasado, los Red Bull de Sebastian Vettel y de Mark Webber coparon las dos primeras posiciones en la parrilla de salida y fue el alemán quien se hizo con la victoria final, mientras que su compañero de equipo solo pudo ser tercero tras Fernando Alonso. La vuelta rápida fue para Lewis Hamilton, que finalizó noveno, con un tiempo de 1:25.849.

Los neumáticos

Pirelli ha decidido llevar a Monza los compuestos medios y duros, caracterizados por sus bandas de color blanco y naranja, respectivamente. El motivo, en palabras de Paul Hembery, responsable de Pirelli Motorsport, está en las altas velocidades que alcanzan los monoplazas sobre el asfalto italiano, ya que "cuanto más rápido es el circuito, más estresante es para los neumáticos". Otra de las causas de esta elección se encuentra en los altos pianos del trazado, que someterán a los neumáticos a un gran castigo.

Además, Hemberey ha afirmado que la baja carga aerodinámica de los monoplazas hará que los pilotos corran "mayor riesgo de bloqueo de las ruedas en las zonas de frenado". Por su parte, Jean Alesi, embajador de Pirelli, ha explicado que los pilotos deberán cuidar especialmente los neumáticos traseros, siendo necesaria una buena tracción al salir de las curvas, ya que si no las ruedas "se desgastan mucho y las distancias de frenado se alargan, lo cual es un desastre para el tiempo por vuelta".

Predicción meteorológica

Pese a que Monza gozará, una vez más, de una agradable temperatura para la disputa del Gran Premio, no se pueden descartar a lo largo del fin de semana algun chubasco o tormenta, aunque en principio no serán de importancia. El viernes, las temperaturas oscilarán entre los 18ºC de mínima y los 27ºC de máxima, con un 45% posibilidades de lluvia en las últimas horas del día. El sábado, con unas temperaturas entre los 19ºC y los 27ºC, no se prevé lluvia durante las horas de actividad en el circuito. Para la carrera del domingo, las temperaturas serán las más altas del fin de semana, variando entre los 29ºC y los 19ºC y sin previsiones de lluvia.

Previsión meteorológica para el fin de semana en Monza | FOTO: accuweather.com

Horarios GP de Italia 2014