Brasil es tierra de sobresaltos, una cita necesaria y casi siempre clave para los pilotos que aspiran a convertirse en futuros campeones del mundo. Bien lo sabe Sebastian Vettel, que dio un trompazo hace dos años y estuvo a punto de perder su tercer título. El alemán reconoció que ayer, sin presión de por medio, volvió a visualizar su incidente con Bruno Senna, que podría haber cambiado su relato y la historia del automovilismo. El tetracampeón, a una carrera de ser oficialmente relevado, notó como su rendimiento bajaba sobre las resbaladizas trampas del circuito de Interlagos.

Los campeones han sufrido en Interlagos, incluido Hamilton

Otro experto en la materia es Lewis Hamilton. El líder del mundial conocía a la perfección la magia de Brasil. Allí ganó, en el último suspiro, su primer y único título en el 2008. Lo hizo ante otro protagonista ayer, un Felipe Massa que se creyó por segundos campeón ante su hinchada. En 2014, el hechizo apareció otra vez.

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Lewis Hamilton se salvó de las barreras gracias a las generosas escapatorias. Su descontrol cuando buscaba la caza y captura de Nico Rosberg, eterno líder durante todo el fin de semana, le podría haber costado muy caro. No fue así, y el asunto se quedó en siete segundos perdidos que de poco sirvieron. Mercedes siguió en su línea de arrasar, aventajando en más de 40 segundos al ídolo local, Felipe Massa.

Rosberg no dependerá de sí mismo en Abu Dabi por 4 puntos

“Está bien verlo”, comentó Rosberg sobre el error de Hamilton. Hacía mucho tiempo que el británico no mostraba señales de debilidad. Un error humano que da al alemán esperanzas. “Es una pena que no este en mis manos por tan solo cuatro puntos”, aseguró. Su trabajo en Brasil fue excepcional, muy meritorio tras llegar con la moral carcomida por los zarpazos del rival en las citas previas. Constante número uno durante todo el Gran Premio, buscará repetir en Abu Dabi para encontrar la suerte necesaria y ganar el título.

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Hamilton lo tendrá relativamente fácil, pero todo puede ocurrir. Esa fue la gran lección el pasado domingo, y la que deberán recordar ambos candidatos. Un segundo bastaría para proclamar al británico campeón. Nadie, a día de hoy, es capaz de disputarle el doblete a la tiránica Mercedes. El error humano –como en Brasil– o el error mecánico –como en Canadá– podrían ser la única opción de Nico.

Todo es posible, aunque el error humano o mecánico son las grandes bazas del piloto alemán

Dos semanas separan del desenlace, con polémica incluida. Pocos, por no decir nadie, están de acuerdo con el sistema de doble puntuación instaurado por Bernie Ecclestone. A Rosberg le mantiene vivo eso, pero igualmente ha compartido sus dudas. Una carrera no son dos carreras en ningún caso, y sin embargo los 50 puntos en vez de los 25 significan justamente eso. Por como se ha desarrollado la competición, sería difícil tachar de injusto tanto el probable segundo título de Hamilton como el posible primero de Rosberg.

Echadas las cuentas, en Brasil quedó poco más que los ánimos para el representante local. Felipe Massa volvió a hacer las delicias de los aficionados en medio del caos personal. Primero sobrepasó el límite de velocidad en boxes y después se coló en la parcela de los McLaren para el segundo repostaje. La suerte se la concedió su compañero, que tuvo que realizar una larga parada por un motivo curioso, ajustar bien los cinturones de seguridad. Los Williams desaprovecharon un fin de semana en que estuvieron solos en ritmo, entre los indiscutibles líderes y el resto de la manada.

Massa, que podría ser juez del mundial, superó dos percances en boxes para subir al podio

Massa, por cierto, podría ser la única esperanza de Rosberg. “Necesito motivarle para que este formidable allí y logre un segundo mientras yo gano”, bromeó el alemán. Del resto no se esperan milagros. Jenson Button fue cuarto sin hacer ruido durante el Gran Premio mientras que Sebastian Vettel vio como su compañero abandonaba y tenía, en su penúltima carrera en la escudería con la que lo ha conquistado todo, vía libre para ser el mejor de los suyos. Fue quinto, seguido de otro que se despide, Fernando Alonso.

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El ovetense de Ferrari quedó contento con la posición, que casi asegura la cuarta posición en el mundial a los de Maranello por encima de los McLaren. Bien pensado, quizás a Alonso lo interesaría que esa posición fuera para la que será, casi seguro, su nueva escudería. Al menos, como demuestra, es un profesional comprometido hasta el último baile de rojo. Un binomio desaprovechado para él y los italianos. Su despedida no centrará los focos en los Emiratos Árabes Unidos, ya que en el precioso ocaso de la temporada, en el anochecer de Abu Dabi, dominarán los Mercedes de Lewis Hamilton y Nico Rosberg.

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Sobre el autor
Guille Álvarez
Graduado de Ciencias Políticas con inquietudes periodísticas. Juntando letras en la sección de Internacional de La Vanguardia. Amante del deporte (especialmente la NBA), de la música y las series de TV. Blogger en expansión y impulsor de NBAesp.com. Nacido en Barcelona hace 23 años.