Lewis Hamilton lo ha vuelto a hacer, ha vuelto a dejar con la boca abierta a más uno y es que el británico se ha alzado con la victoria en una impresionante carrera en Austria. Y como no podía ser de otra manera, lo ha hecho a lo Ham Style, arriesgando, chocando con su compañero de equipo Nico Rosberg y sirviendo la polémica, a la que ha contestado afirmando que lo que ha sucedido no es problema suyo sino del alemán y su frenada en la curva uno.

Tras la salida, Rosberg ha realizado una remontada espectacular hasta colocarse primero, donde se ha mantenido durante el resto de carrera guardando la distancia y liderando férreamente. Pero tras conseguir la pole, Hamilton no estaba dispuesto a conformarse con el segundo puesto y ha decidido poner en práctica su particular talento. Solo quedaba una vuelta así que era ahora o nunca y cuando parecía que todo estaba vendido comenzaba la batalla entre las flechas plateadas.

Rosberg y Hamilton Foto: Formula1.com
Rosberg y Hamilton Foto: Formula1.com

En esa batalla han saltado chispas entre los dos mercedes y literalmente ya que en el adelantamiento los dos monoplazas se han tocado. Rosberg perdía el alerón delantero y con él las posibilidades de pódium, mientras Hamilton cruzaba como campeón la línea de meta en una carrera que no ha sido fácil según sus propias palabras: “Ha sido una carrera increíble, muy difícil, la verdad”.

Aunque la dificultad no es un problema para Hamilton ya que es el hábitat en el que mejor se desenvuelve el actual campeón del mundo. Y ha dejado claro que luchará con uñas y dientes por renovar su título afirmando lo siguiente: “Estoy aquí para ganar y por eso lo he intentado hasta el final”. Ahora solo le separan once puntos de Nico Rosberg, así que el espectáculo en las próximas citas del mundial de F1 está asegurado.