La temporada actual está siendo bastante complicada para el español Carlos Sainz. Cambio de compañeros, pit-stops que dejan bastante que desear y un monoplaza que cada vez sufre más la decisión de la escudería Toro Rosso de montar la unidad de potencia Ferrari del año 2015.

Toro Rosso acusó el pasado año 2015 los problemas de la unidad de potencia ofrecida por Renault, motivo por el cual la escudería de Faenza alcanzó un acuerdo con Ferrari para equipar sus monoplazas con la UP de 2015. La dificultad ahora radica en que esta UP no recibe actualizaciones por parte de los italianos, por lo que la diferencia de rendimiento respecto a otras escuderías que sí ven desarrolladas sus unidades de potencia se incrementa cada vez en mayor medida.

"Sabíamos que esta situación iba a llegar".

Ante esta situación, Carlos Sainz aseguraba a principio de temporada que, tarde o temprano,  la falta de rendimiento iba a producirse, mientras que ahora afirma que ya están acusando este hecho: “Sabíamos que iba a llegar y creo que lo hizo ya hace un par de carreras, aunque nuestro rendimiento tanto en Silverstone como en Austria fue bueno”, comenta el piloto madrileño. La solución para minimizar estos efectos pasa, según el propio Carlos, por tratar de conseguir un equilibrio a través del set-up del monoplaza: “En Budapest logramos maquillarlo. En las últimas tres carreras hemos sufrido un poco más, teniendo que tantear distintos set-ups para tratar de compensarlo”, indica. Sobre la pérdida de tiempo que conlleva la falta de potencia, el madrileño señala que: “Lo hemos calculado y estamos perdiendo más de un segundo en total en las rectas”.

"Da igual si traemos actualizaciones en aerodinámica, no podemos hacerlas funcionar".

Así pues, para tratar de equilibrarlo, el equipo de Franz Tost recurre a bajar la carga aerodinámica del monoplaza, lo que supone una penalización en el paso por curva. Al respecto, Sainz comenta lo siguiente: “Estamos teniendo que correr con una muy baja carga aerodinámica. Por tanto, da igual si traen actualizaciones para esa área en el coche si no las podemos hacer funcionar debido a la falta de potencia. Así que estamos en el mismo sitio, no podemos poner todo lo que tenemos ahora mismo en el coche”. Se refiere con ello a la actualización aerodinámica que el equipo introdujo en el GP de Alemania, la cual se vio afectada y no pudo aprovecharse al 100% por este motivo.

Las citas que se avecinan, exigentes con las unidades de potencia.

Tras el parón por vacaciones en el que se encuentra actualmente la Fórmula 1, el calendario ofrece unos trazados exigentes para las unidades de potencia, como lo son el siguiente en disputarse, Spa-Francorchamps, o “El templo de la velocidad”, Monza. Con todo, el piloto español intenta ser optimista de cara a estas citas: “Puede que tengamos una sorpresa, porque cuando fuimos a Canadá y Bakú, todo el mundo tuvo que bajar la carga aerodinámica de su coche, y eso nos permitió seguir siendo competitivos en las curvas”. Es por esto que concluye: “Tal vez cuando vayamos a Spa o Monza todo el mundo tenga que quitar carga aerodinámica y perdamos en las rectas pero ganemos en las curvas”.

Está por ver, por tanto, cómo será el rendimiento del Toro Rosso a lo largo de las 9 carreras que quedan por disputarse y si consiguen paliar este declive. En 2017, la escudería filial de Red Bull volverá a instalar en sus monoplazas la unidad de potencia Renault, con el que firmó a finales de mayo para las dos próximas temporadas.