Siempre con la cucharada preparada para picar algo, Montezemolo habló sobre la situación que atraviesa en la actualidad la escudería Ferrari. Inmersos en una crisis de resultados, donde se han vistos superados por los Red Bull como segunda fuerza en la F1, y James Allison renunció a su cargo alegando motivos personales. Además, a todo esto hay que añadirle el fracaso a la hora de intentar convencer a Ross Brawn de un proyecto que le motive a hacer su vuelta a la que un día fue su casa. Ferrari, que iniciaba su andadura este año como candidato en fermo a arrebatar el trono a Mercedes, se ha quedado lejos a la hora de la verdad, y sin conseguir ninguna victoria en lo que vamos de año, sus resultados han ido cayendo y su competitividad ha quedado en entredicho.

Sobre el coche de este año, Montezemolo le ve mucho potencial, pero poco control: "El monoplaza 2016 es un gran paso adelante. Es el resultado de un diseño completamente nuevo, pero también es un coche muy sensible, difícil de controlar, todavía tiene mucho que ofrecer", comentaba el ex de Ferrari, que cree que con el trabajo que se está realizando los resultados acabarán llegando: "Estoy seguro de que con el trabajo que estamos haciendo vamos a demostrar todo su potencial, porque es un pura sangre. Es difícil de dominar, pero con algunos pequeños cambios puede funcionar al 100 por cien", decía Montezemolo.

La obligación por ganar cada vez es mayor, lo era cuando Alonso estaba en las filas del equipo de Maranello y cada vez se hace más asfixiante. Cada año parece que sí, que han hecho un salto suficiente como para luchar por el mundial, pero a las primeras de cambio se quedan atrás. Es por eso que una de las recomendaciones que se le hace a la Escudería italiana es la apertura de puertas internacionales. Dejar a un lado la política de "solo Italia" y empezar a seguir los paso de Red Bull, escudería austríaca con sede en Gran Bretaña. Este hecho favorecería la entrada de nuevo talento en término de ingenieros, de ideas y de conceptos a la escudería que le harían, quizás, pelear definitivamente por ganar el título.

Montezemolo, habló poco sobre ello, pero dejó el dardo: "Ferrari no se dará por vencido ni agitará la bandera blanca, pero ahora sólo son la tercera fuerza. Amo a Ferrari, así que lo mejor es no decir demasiado" y añadía: "Yo no hablo de Ferrari, excepto para decir que estoy encantado de que Marchionne diga que tiene grandes personas dentro de la empresa. De hecho, ellos estaban allí hace dos años.", finalizaba Montezemolo.

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Sobre el autor
Arnau Montserrat
Periodismo en la UAB, segundo año