Max Verstappen, que este mes cumplirá los 19 años, llega a Singapur tras una difícil carrera en el Gran Premio de Italia, donde solo pudo finalizar séptimo. Es por ello que el holandés buscará redimirse y lograr una buena actuación en el trazado de Marina Bay.

"Los cambios de luz entre sesiones afectan a la zona de frenado".

En una entrevista concedida a su equipo, Verstappen ha reflejado los peculiares aspectos que trae consigo un Gran Premio que se celebra una vez caída la noche. Entre ellos, las sombras, pues cabe recordar que la carrera no se inicia con una completa oscuridad, y además otras sesiones como los Libres 1 se disputan aún con sol en el cielo de Singapur. Según Max, este hecho afecta a los puntos de referencia de frenada. “El tratarse de una carrera nocturna supone una cierta diferencia, ya que debes adaptar tu zona de frenado debido a los cambios de luz que se producen entre las sesiones más tempranas respecto a las más tardías”, señala el joven piloto de Red Bull.

"La diferencia horaria no es un problema, mantenemos el horario europeo".

Otro aspecto a tener en cuenta una vez llegado a Marina Bay es que las sesiones que han de disputarse son nocturnas en el país asiático, pero siguen el mismo horario que las disputadas en territorio europeo. Por ello, a la hora de la comida, los pilotos optan por mantener el horario europeo en vez de seguir el de Singapur. Cuestionado sobre cómo afecta esto, el holandés lo explica. “Afortunadamente, la diferencia horaria no es un problema porque conducimos muy tarde. Esto implica que mantenemos nuestro horario europeo. Es divertido porque cenamos de madrugada, de manera que hay gente de fiesta mientras tú estás sentado comiendo”, bromea Verstappen.

"Es una carrera muy desafiante".

Sin embargo, a pesar del proceso de adaptación al que debe someterse y las dificultades que plantea el Gran Premio de Singapur, Verstappen es claro. “Es muy desafiante, no es fácil de entender y quizás el calor hace que sea incluso más difícil, pero es una de mis carreras favoritas”, confiesa Max.

Finalmente, al ser preguntado sobre su experiencia en la ciudad, el de Red Bull detalla. “Disfruté mucho el año pasado y estoy emocionado por volver de nuevo. La comida es increíble y todavía no he podido darme un paseo por la ciudad. El año pasado no comí nada especial, no me gusta demasiado el pescado así que me conformé con un simple plato de carne. Este año trataré de probar cosas nuevas”, se propone el holandés.