Todo parecía perdido para Lewis Hamilton, que, a 27 vueltas para el final, se pasó de frenada y dejó el camino expedito para que Kimi Räikkönen le arrebatase el podio. Ferrari, con un criterio acertado, no tardó en llamar al finés a boxes para cambiar los neumáticos y evitar un undercut por parte del inglés. Lewis, que paró una vuelta más tarde, no pudo evitar que Kimi mantuviera la tercera posición que le devolvía al podio por primera vez desde el Gran Premio de Austria.

Pocas vueltas más tarde, a falta de 20, en Mercedes decidieron jugársela y pasar a una estrategia agresiva. Una comunicación por radio le hacía saber a Lewis que activaban el plan “B”. El ritmo del piloto británico aumentó y, cuando llegó a la altura de Kimi, entró en boxes. Las alarmas se dispararon en el muro de Ferrari y en el de Red Bull: ¿qué hacía Lewis y qué pretendía parando a 14 vueltas del final?

Ferrari entró en angustia y llamó a Kimi a boxes una vuelta después, pero ya era tarde, el undercut se había consumado. Lo único que Ferrari podría haber hecho para mantener las opciones de podio era haber mantenido al finlandés en pista, aunque se antoja difícil que pudiera haber parado a un Lewis Hamilton desatado y con Daniel Ricciardo en el punto de mira.

Lewis Hamilton, delante de Kimi Räikkönen | Fuente: Zimbio
Lewis Hamilton, delante de Kimi Räikkönen | Fuente: Zimbio

Por delante de esta pareja de baile, Daniel Ricciardo y Nico Rosberg estaban en otro mundo luchando por la victoria. Pero la alarma también resonó en el muro de Red Bull y en la otra mitad del box de Mercedes. El australiano hizo una última parada no prevista a la par que el líder de la carrera declinaba hacerlo, lo que daría como resultado un apretado final.

Con Lewis Hamilton consolidado en la tercera posición y Nico Rosberg a más de 20 segundos, la maniobra del australiano de Red Bull más bien parecía una defensa ante el inglés. No obstante, al no entrar Nico, las distancias comenzaron a recortarse de forma acelerada: hasta más de tres segundos en alguna vuelta. Tanto que Daniel acabó la carrera a sólo 488 milésimas de Nico, que acabó pidiendo la hora e incapaz de aguantar una vuelta más al australiano.

El plan “B” de Lewis lo devolvió al podio y revolucionó los primeros puestos de la carrera. Su movimiento animó una aburrida carrera y provocó una reacción en cadena que estuvo cerca de costarle la victoria a Nico Rosberg y que le hubiera favorecido en la lucha por el campeonato.