El pasado Gran Premio de Singapur ha dejado algunas polémicas sobre la mesa, pero sin duda la más destacada por toda la prensa internacional fue la decisión por parte de Ferrari de hacer pasar a Kimi Räikkönen por la calle de boxes una tercera vez. El piloto finlandés salía desde el quinto puesto de la parrilla y consiguió escalar a la cuarta posición gracias a la mala salida de Max Verstappen, que se encontraba en cuarto lugar. El campeón del mundo del 2007 se pasó la primera parte del Gran premio persiguiendo a Lewis Hamilton, hasta que consiguió adelantarle en pista.

Mercedes optó por parar al británico y ponerle neumáticos súper blandos. Fue entonces cuando Ferrari cometió el error. Los de Maranello decidieron parar a Räikkönen que llevaba neumáticos blandos y ponerle ultrablandos, a pesar de que el finlandés había ganado una amplia distancia con Hamilton, con la intención de proteger al piloto de la posible aparición de un coche de seguridad y mantener la distancia con el inglés. Sin embargo, Hamilton realizó una gran outlap después de su parada y el piloto finlandés acabó saliendo por detrás de él después de su parada.

Ferrari desaprovechó la oportunidad de lograr un podio en la noche de Singapur y esto no hizo más que avivar los rumores de crisis dentro de la estructura italiana. La memoria de los aficionados se trasladó al episodio vivido en Abu Dhabi 2010, aunque tampoco hace falta ir tan lejos. Esta misma temporada los de Maranello han cometido errores de estrategía que les han hecho perder podios, como en el Gran Premio inaugural de Australia o en la carrera de España, dónde su decisión respecto a los neumáticos perjudicó el resultado final.

Sin embargo para el jefe de equipo de la escudería italiana, Mauricio Arrivabene, la decisión tomada en Singapur respecto a la estrategia de Kimi Raikonen fue la acertada. El italiano comentó a la prensa en Singapur que la opción que tomaron fue la más adecuada en dicho momento: "Para estar 100% seguro hay que mirar los datos. La decisión fue correcta. Si hubiésemos tenido mucha degradación con los neumáticos blandos y Mercedes nos hubiese alcanzado, habríamos estado locos. Tomamos la decisión mirando nuestros datos. Lo que hay que hacer ahora es verificar si nuestros datos eran correctos".

Además, Kimi Räikkönen no está del todo seguro si quedarse en pista les hubiera beneficiado y cree que este fin de semana le sirve como una valiosa lección para Ferrari. El finlandés ha alegado que tras la parada con la pérdida del podio, no se pudo solucionar la situación: "Podríamos haber llegado al final, pero, ¿habrían sido capaces de adelantarnos? No lo sé. Hay ciertas cosas que podríamos haber hecho, pero, obviamente, ahora es muy fácil decirlo. Ellos gestionaron la carrera para volver a ponerse por delante nuestra, por lo que perdimos la plaza. No hubo mucho más que pudiésemos hacer desde este punto".