Sainz llega con esperanzas a este Gran Premio de Malasia después de la buena actuación que su compañero Kvyat pudo hacer en Singapur, demostrando que el monoplaza puede estar a la altura si las condiciones meteorológicas lo permiten. Ambos pilotos de Toro Rosso coinciden en que es la segunda carrera más dura del mundial y han admitido que las grandes rectas serán su gran debilidad.

La salida siempre es muy emocionante ya que puedes probar diferentes trazadas y ser muy salvaje con la frenada. Las rectas son mucho más largas que en Singapur y es negativo para nosotros”, ha apuntado Carlos. También tuvo palabras para el reasfaltado que han llevado a cabo los organizadores del gran premio en el trazado malayo. “Algo que hay que puntualizar es que han reasfaltado la pista este año, por lo que el agarre puede variar este año y vamos a ver cómo funciona el neumático blando aquí”, ha explicado.

Sobre el clima que se espera de cara al fin de semana, Sainz ha admitido que las condiciones son muy cálidas y duras para los pilotos pero que se acaban acostumbrando. "Recuerdo el año pasado que la temperatura era de 64 grados. Sin embargo, no es una carrera tan dura como Singapur, diría incluso que es la segunda más dura tras esta. Nos gustan las partes con curvas, como la curva uno y dos, la siete y la ocho o la parte que va de la nueve a la catorce. Lo que no me gusta nada son las rectas largas", ha asegurado el piloto de Toro Rosso.

Además, se trata de un trazado especial para Carlos puesto que fue en la Fórmula BMW donde corrió aquí por primera vez y donde se llevó su primera victoria de la categoría. “Sí, es correcto. Fue un momento especial para mí. Fue en 2010, en mi debut en la Fórmula BMW. También había Fórmula 1 ese fin de semana y había mucha presión, especialmente porque estábamos delante de todo el mundo de este deporte. Teníamos solo 15 años pero yo también estaba nervioso”, ha concluido.