El punto débil de Mercedes ha terminado por confirmarse en Japón y está en las salidas. Pocas lagunas ha demostrado tener el F1 W07, siendo la más evidente de ellas una concepción defectuosa del embrague. Esto se traduce en que, a veces, los Mercedes patinan en la salida y pierden muchas posiciones.

Las malas salidas causadas por este embrague han sido varias a lo largo de esta temporada, casi todas protagonizadas por Lewis Hamilton. El piloto inglés ha sufrido este tipo de problemas en Australia, Baréin, Canadá, Italia y, por último en Japón. En todas esas salidas, perdió posiciones, principalmente en Australia, Italia y Japón. En Baréin, su mala arrancada lo expuso a que Valtteri Bottas chocara contra él en la primera curva y, consecuentemente, perdiera toda opción de triunfo. Por el contrario, Nico Rosberg sólo ha protagonizado una mala salida, precisamente en el gran premio de casa, en Hockenheimring, donde fue adelantado por su compañero y los dos Red Bull.

Parece que las salidas le están costando a Lewis Hamilton algo más que unos cuantos puntos. El inglés podría haber perdido sus opciones de ser campeón en las salidas en las que o bien el embrague o bien errores propios le han lastrado durante las carreras.

Lewis Hamilton, durante el último stint del Gran Premio de Japón | Fuente: Zimbio
Lewis Hamilton, durante el último stint del Gran Premio de Japón | Fuente: Zimbio

Al ser un defecto estructural del monoplaza, en Mercedes han indagado cómo minimizar el impacto de estos fallos en las salidas. En esta búsqueda, han cambiado las puntas de los guantes que usan sus pilotos para evitar problemas con el embrague. Así, lo ha confirmado Toto Wolff, jefe de la escudería alemana: “El embrague que les damos no es perfecto. Es difícil manejar el embrague de la manera correcta. Ambos pilotos han trabajado en eso, se ha ido tan lejos como para cambiar la forma en la que se hace el guante para soltarlo, cómo está cosido. Esto es sólo un aspecto, ya que tiene que ver cómo lo sueltas, cómo aceleras y eso es muy complicado”.

En Brackley, reconocen que su sistema no es el mejor y que es más complicado que el del resto de sus competidores. Centrándose en la salida del Gran Premio de Japón, Toto Wolff ha indicado que su primer examen apunta a que la forma de levantar el embrague fue defectuosa: “Es un mecanismo complicado de desplegar y no funcionó. La línea húmeda en el asfalto fue, por supuesto, un problema para todo el mundo de la parte derecha. Ricciardo tampoco salió bien”.