Los nervios acecharon a Lewis Hamilton durante toda la carrera en Austin. Los fantasmas de Kuala Lumpur volvieron a estar presentes alrededor de su cockpit y el británico temió volver a sufrir una avería del motor de su monoplaza como le ocurriese dos Grandes Premios atrás.

Tras la carrera en Estados Unidos, asefuró volver a oir el mismo sonido en su motor que cuando lo escuchó en el trazado malayo: "Solo estoy centrado en hacerlo lo mejor posible y me sentí cómodo al hacerlo. Estuve preocupado durante toda la carrera. Hasta que no crucé la línea de meta no me quité esa sensación de encima, escuché el mismo sonido que en Malasia" explicó Hamilton, que prefiere no pensar nada de lo que hagan los pilotos de otras escuderías al ser algo que no puede controlar y si hacerlo en hacer su trabajo y concentrarse en dar el máximo en cada carrera: "Realmente no pienso en eso. No puedo controlar lo que pasa detrás de mí. Solo tengo que hacer mi trabajo bien el fin de semana y tener más fines de semana como éste, sin duda sería genial".

Siendo las salidas el punto débil de Mercedes en todo lo que va de año y en concreto siendo el mayor problema del propio Lewis Hamilton durante esta temporada, cinco carreras en las que una mala salida le han costado puntos con los que podría ir lider del campeonato, el piloto inglés asegura que tenía la sensación de que todo marcharía sobre ruedas al tener la conciencia muy tranquila: "He estado relajado todo el fin de semana y tenía la sensación de que la salida iba a salir bien. Esta ha sido la primera vez que no han patinado las ruedas en la salida. Asi que es un gran trabajo realizado por los chicos, un gran trabajo realizado por la fábrica la semana pasada y ha funcionado a la perfección" sentenció el tricampeón del mundo.