Daniil Kvyat quiere poner punto y final a una temporada para el olvido, como ha sido su caso. Desde que recibiese el duro varapalo de ser relegado de Red Bull a Toro Rosso allá por abril, el rendimiento del ruso ha experimentado un bajón tremendo, corriendo el riesgo de poder quedarse sin asiento en Fórmula 1. Pero quiere que llegue el año 2017 para empezar de cero y demostrar lo que realmente vale.

Tras asegurarse el puesto de piloto titular junto a Carlos Sainz imponiéndose a Pierre Gasly, Daniil considera este año de resistencia un proceso de aprendizaje para ver lo dificil que es mantenerse en la élite: "Generalmente las cosas me van bastante bien para ser honestos. Quedan algunas carreras, pero no puedo esperar a que finalice el año de una vez por todas. Cada año es más y más difícil" explicó el ruso. 

Kvyat reconoce que pasó de un año de tener un año "prometedor" al año de "supervivencia" al que hace referencia, aunque intenta sacar conclusiones positivas de la experiencia vivida esta temporada: "Resultó ser una temporada de supervivencia, no me gustó y no quiero que vuelva a ocurrir. Tengo una visión más detallada de que cosas hay que ver y que detalles destacar para no acabar fastidiado. No hay amigos en la Fórmula 1

El de Toro Rosso aclaró que los detalles que ha aprendido le han servido para "sentirse mucho mejor" y poder "concentrarse en la pista", también gracias al grupo joven de ingenieros que le "presionan" para dar su mejor versión. Para finalizar, en declaraciones a la revista Motorsport, Kvyat explicó que hubo "conversaciones" con otros equipos, pero su deseo de permanecer en el organigrama de RedBull seguía intacto, ya que lo sucedido "no le importa" y está "feliz" de poder continuar en Faenza un año más, como indicó en la revista de motor británica.