Carlos Sainz ya aseguraba el pasado sábado a los periodistas que sólo si aparecía la lluvia tendrían alguna posibilidad de entrar en los puntos. Pues dicho y hecho. En una carrera muy trabada con los numerosos accidentes en la subida a la línea de meta con consecuencia de las salidas del coche de seguridad y las banderas rojas ayudaron a que el piloto español escalase hasta, por un momento, a la cuarta posición manteniéndose en pista mientras los demás paraban para poner los neumáticos intermedios, decisión que no fue la adecuada.

"La lluvia llegó y aprovechamos la oportunidad porque más que un sexto era muy difícil"

El que porta el dorsal 55 se muestra muy satisfecho por los ocho puntos que ha logrado a pesar de que la longevidad de sus gomas provocó que perdiera posiciones con Max Verstappen y Sebastian Vettel: "Estoy muy contento. La lluvia llegó y aprovechamos la oportunidad porque más que un sexto era muy difícil. Intenté seguir a Sergio Pérez pero con las gomas muy usadas y cada vez llovía más y las gente con neumáticos nuevos nos ha adelantó. Es otro sexto puesto que no nos esperábamos, así que estoy muy feliz".

El madrileño es consciente que en condiciones normales “era imposible hacer un sexto”. Cree que ha sido muy complicado porque ha sido una carrera “con poca visibilidad y la cantidad de aquaplanning con el neumático que estaban utilizando. También admite que “ha sido una de las carreras más difíciles” de su vida. Además ha sabido aguantar de forma muy sólida a monoplazas que les sacan “dos segundos por vuelta en seco” y hacerlo con neumáticos más viejos le ha hecho sentirse muy contento.

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La lluvia siempre hace que las carencias de un monoplaza, principalmente en el aspecto de la potencia, se reduzcan algo más y es lo que ocurrió en Brasil. Equipos como Toro Rosso, Manor o Sauber, estuvieron en la zona de puntos buena parte de la carrera, además de realizar una estrategia apta para ello.

"En mitad de parrilla no veíamos nada a 300 km/h por hora"

Por último, Carlos Sainz ha querido mostrar su opinión sobre las decisiones de la FIA en las condiciones en las que se realizó la jornada del domingo, donde cree que estuvieron muchos giros con el coche de seguridad en pista: "Cada uno vela por su propio interés, pero en mitad de parrilla no veíamos nada a 300 km/h por hora, así que no me hacía mucha gracia. El problema es que aguantamos demasiadas vueltas en el Safety Car pero al final no hubo accidentes así que no lo han hecho tan mal".