Primero fueron Graham Hill y Damon Hill quienes conquistaron el título padre e hijo con una diferencia de 34 años, y en este 2016 se ha vuelto a repetir la misma gesta con Keke Rosberg y Nico Rosberg. A la tercera fue la vencida y tras la horrenda noche del 2014, la de este año se ha convertido en una fiesta en una carrera sufrida con un final de dulce sabor para el de Mercedes en una carrera controlada por Lewis Hamilton que trató de bajar el ritmo para conservar sus opciones al campeonato ya que el piloto que porta el dorsal seis no podía estar en el podio para que el británico se coronase tetracampeón.

El piloto germano tuvo que vérselas, de nuevo, con Max Verstappen. Pero con riesgo y frialdad, realizó una maniobra que pudo valerle el título a final de carrera: “Los sentimientos en la pista cuando estuve peleando con Max eran irreales, completamente irreales. Espero no volver a tener esta experiencia nunca, igual que lo ocurrido al final; ya sabes, la presión de los de detrás, Lewis conducía muy lento delante”.

"Necesitaba protegerme un poco del mundo de los medios de comunicación"

Reconoce que no ha pasado buenos momentos durante en un Gran Premio, destacando el domingo, en el que tuvo que aislarse de la prensa: “Si todo está bien quizás puedas entender que a lo mejor no estaba completamente claro todo el fin de semana. Por supuesto, necesitaba protegerme un poco del mundo de los medios de comunicación. Sí, ha sido un fin de semana muy complicado. Muchos momentos que no han sido agradables por supuesto, como la carrera. Ha estado muy difícil con Verstappen al principio y también al final”.

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La fuerza mental cree que ha sido “un ingrediente clave” que sin eso “no estaría aquí ahora”. Añade que todo el mundo “lo hace a su manera” pero para él, le ha servido para hacerse fuerte en esa faceta. Además, declara que lleva mucho sacrificio mantenerse "tan concentrado" todo el año.

Nico Rosberg ha demostrado que este 2016 ha sido su mejor año desde que Mercedes ha sido un serio candidato al título. Además podía haber sido el último en el que pudo lograrlo ya que los cambios de normativa en la mayoría de ocasiones suele presenciar un dominio de un equipo diferente. Con nueve victorias y un total de 16 podios, a sus 31 años, se ha convertido en campeón de Fórmula Uno con una temporada seria y constante.

Por otro lado cree que su compañero de equipo utilizó “todo su potencial para hacerlo perfecto” y no hubo manera de que el alemán pudiera tener su ritmo y tener una carrera tranquila y cree que fue “una buena manera” para lograr la corona.

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El pasado campeonato fue muy complicado para el de Mercedes pero el Gran Premio de Estados Unidos fue un lugar importante para cambiar el chip: “Austin fue un punto de inflexión, porque allí tuve una experiencia horrible y pasé dos días sólo pensando y me dije que no quería volver a tener esa experiencia jamás y después gané las siete carreras consecutivas, así que fue un buen momento para mí y uno de los momentos clave para estar hoy aquí”.

"No me dio ni un milímetro como suele ser habitual"

El germano destacó de manera positiva su pelea con el piloto holandés de Red Bull, con el que ya tuvo algún que otro rifirafe como por ejemplo en el fin de semana en Canadá: “Sí, seguro, fue fantástico. Juego limpio por parte de los dos. Él estuvo muy intenso por supuesto, no me dio ni un milímetro como suele ser habitual, pero con juego limpio. No nos chocamos así que fue sorprendentemente bueno”.

Para terminar, admite que cumple un deseo que llevaba queriendo cumplir desde pequeño y, por fin, ha podido cumplirlo: “Yo piloto para ganar el campeonato del mundo y he conseguido eso. Era mi sueño desde la niñez ganar el título mundial y eso está hecho y estoy muy emocionado por ello espero celebrarlo con toda la gente que me ha estado apoyando”.