Los equipos de Fórmula Uno ya comienzan a preparar un 2017 con muchos cambios y el que haya iniciado la preparación del nuevo monoplaza antes que sus rivales, ya habrá dado un primer paso adelante. La pregunta es quién habrá comenzado antes que el resto para ir adelantando trabajo de cara a un año decisivo para varias escuderías de pegar ese salto para quedar en la zona alta de la parrilla.

Toro Rosso fue el equipo que abrió la veda el pasado 28 de diciembre en pasar los más que conocidos crash test de su monoplaza de cara a la próxima temporada, un STR-12 que hará sus primeros kilómetros en un rodaje antes de los test de pretemporada que realizarán en el circuito de Montmeló.

De vuelta a los propulsores de Renault

Asimismo, los los de Faenza ya no montarán unidades de potencia de Ferrari, algo que hicieron el año pasado con la especificación del 2015, algo que les lastró a partir de la segunda mitad del campeonato siendo de los más lentos en la mayoría de los Grandes Premios en las trampas de velocidad. Para el 2017, su suministrador de motores será Renault que, visto el rendimiento que ha tenido esta temporada con Red Bull y la escudería francesa, no habrá duda que estarán más en los puntos que en este mundial.

Pero Toro Rosso tendrá que investigar para encontrar un patrocinador para darle nombre a su nuevo propulsor, al igual que hicieron los de Milton Keynes que lo denominaron Tag Heuer.

Franz Tost reconoció al diario La Gazzetta dello Sport que están en ese proceso de búsqueda: "Tenemos la posibilidad de encontrar un patrocinador principal tal y como ha hecho Red Bull con Tag Heuer. Estamos negociando y por eso en la lista difundida por la FIA no aparece la marca del motor".

Para terminar, el austriaco dio algo de información de cómo sería su programación a seguir, admitiendo que van por el buen camino: "Con el nuevo monoplaza estamos respetando nuestra hoja de ruta. Hemos pasado el crash test y haremos un rodaje antes de las pruebas de Barcelona".